¡Se acabó la manipulación en las elecciones!, Nicaragua por la Paz
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Imangen tomada del Internet |
En
el 2006 ante unas elecciones polarizadas, por el discurso de odio por los
sectores más reaccionarios y conservadores de la sociedad nicaragüense contra
el FSLN, los ciudadanos políticamente organizados participaron en el proceso
electoral general, con una extrema derecha dividida, contra un FSLN organizado
y siempre dispuesto a darlo todo por el futuro de los oprimidos.
Este
dicho, “Murió la Flor” se me ha ocurrido porque como un dejavú, mi memoria me
alertó que los nicaragüenses han evolucionado en su imaginario colectivo, en la
opinión pública y en la construcción de sus discursos políticos emancipatorios,
desde aquel año, 2006.
Y
es que resuenan en mi memoria todavía aquellas campañas demagógicas de
chantajes, pues siempre han infundido miedo e ignorancia a los ciudadanos
nicaragüenses, los grupos políticos de la derecha y pequeña burguesía, sobre
las implicancias que tiene en el Estado si el FSLN gobierna. Siempre auguraron
hambre, miseria, violencia, guerras y gran oscurantismo si la Revolución
Sandinista se convertía en la opción de la gente, que desde 1979 se organizó en
el FSLN como movimiento político y nuevo sistema político, no como partido
político convencional de jerarquías.
Por
eso es que, escribir estas reflexiones sobre la evolución del discurso político
conservador y reaccionario de 1821 hasta 1979, superado por un discurso
político general a favor del desarrollo del país, con las fuerzas propias del
trabajador, del campesino, de los mayores y jóvenes, de la mujer libre y
protagonista, todo en unidad.
Y
es que, a partir del 2007, el propio 10 de enero, el FSLN y el presidente
comandante Daniel Ortega Saavedra, acató la Constitución política de todos los
nicaragüenses, y aquellos derechos suspendidos durante 16 años de
neoliberalismo desde abril de 1990, prescritos como garantías constitucionales,
iban a ser de nuevo el cauce de las políticas públicas y la acción del poder,
ahora desde la visión del paradigma de la revolución sandinista.
De
modo que, esta acción jurídico política, sobre todo ética y mística, porque en
el FSLN, la acción política es guiada por muchos procesos históricos, sociales,
políticos, interculturales y económicos, como éticos, emocionales y místicos,
en tanto, se carga con el sacrificio político de miles de guerrilleros, héroes
y mártires, que fueron víctimas de los regímenes. Tomando en cuenta esto, el
peso real en las relaciones políticas dentro del Estado de Nicaragua, de la
historia emancipatoria de los grupos políticos que representan la lucha de
clases, a los oprimidos y sectores vulnerables dentro de la típica sociedad
capitalista, hay que reconocer la naturaleza política del FSLN en cada acción
que gestiona dentro de la administración pública, todo esto no cabe dentro de
la teoría política liberal de derecha eurocéntrica puesto que, según los
teóricos políticos de occidente un partido político, se legitima a partir de
campañas electorales amplias, y no a partir de la acción en el poder.
Entonces,
se afirma que el FSLN es un movimiento político histórico y cultural, que
alcanza la naturaleza de paradigma, puesto que se convierte en el modelo de
vida de los nicaragüenses; que el Estado mismo de manera tangible, es
transformado, para transformar este mismo la realidad del trabajador, del niño,
y adultos. Ha intervenido en cada proceso y micro proceso de la realidad para
todos, de manera que el nicaragüenses que fue excluido, ahora es parte natural
del desarrollo de la Nación. Y esto, no cualquier país puede decirlo con los
datos de desarrollo que hoy presenta el Estado de Nicaragua.
Es
de más, necesario decir que, si bien es cierto que la campaña electoral de
terrorismo contra todo lo relacionado al FSLN en el 2006, fue superada poco a
poco, a partir de la acción política desde la función pública, el apego a la
Constitución política, a la negociación legislativa, porque fue minoría el
sandinismo hasta el 2011. En aquellas condiciones sistémicas convencionales,
perduraban algunas fuerzas políticas reaccionarias de extrema derecha, que desconocían
la legalidad y legitimidad del gobierno del FSLN desde el 2007 dirigido por el
comandante Daniel Ortega Saavedra.
En
la medida que, el ejercicio del poder iba dando soluciones inmediatas y totales
a la pobreza, como condición de oprimido y miserable de los pobres, entonces,
los demás sectores, fueron insertando su voluntad política a lo que proponía el
FSLN desde el ejecutivo o presidencia, o ya sea desde sus gobiernos locales, es
decir, la inclusión del desarrollo de la Nación era un ejercicio común de todos
ahora. Sin embargo, los grupos
reaccionarios de extrema derecha como el injerencismo norteamericano,
continuaba a la par de la gestión del gobierno legitimo y autónomo,
pretendiendo construir un discurso electorero anti sandinista. En consecuencia,
los discursos de odio, demagógicos, aquellos pulcros profesionales de la
política con mente europeizada y gringófilo, su retórica dejó de ser la
tentación del miedo e ignorancia, y más bien, fue la tentación a la acción
política y al poder de la revolución sandinista.
Ganó
el pueblo, en el está el corazón del futuro, joven esperando que todos dejen a
un lado sus temores políticos de una vez por todas, porque a pesar de ser
superado, la convención política electorera, también es cierto, que falta
mucho, para crear un Estado donde todos estemos organizados, produciendo no
solo riqueza material, sino felicidad social, cultural, deportiva, inter
generacional, intercultural, en definitiva, felicidad pinolera.
Justo
es decir que, estamos en el mejor momento, para que las nuevas generaciones
formulen y construyan su imaginario social y político, sobre el proceso
electoral, específicamente la campaña electoral de los partidos políticos,
donde deberán asumir la verdadera conexión del FSLN con todos los sistemas de
relaciones sociales, que está guiado y organizado por una juventud que se
encuentra en el punto de inflexión, donde concentra todos los procesos de
aprendizajes, los cuales serán los mejores sistemas de relaciones sociales,
políticas, históricos, interculturales y productivos del futuro.
Las
nuevas generaciones dirán que ¡murió la flor!, cuando estos generen a partir de
su participación consciente, como lo hacen hoy, desde la cosmovisión que les
lega el FSLN, nuevos procesos políticos revolucionarios y de clase, sobre y
dentro de los cimientos del actual proceso conducido por el comandante Daniel
Ortega y la militancia a la vanguardia. La acción de esta juventud, deberá
contener, todos los anteriores procesos políticos, para el ejercicio del poder
Nacional y anticolonial, en tanto conducción del Estado, sin excluir la
naturaleza revolucionaría Sandinista, que es la lucha de clase anti
colonialista iniciada por Benjamín Zeledón, alcanzada por Sandino, traicionada por
la burguesía y oligarquía somocista pro yanqui.
Son
varias centenas de héroes y mártires, miles de víctimas del fascismo criollo
proyanqui de derechas, los testigos, para que desde la segunda etapa de la
revolución en el 2007, convengan todos una Patria donde quepan todos, unidos
defendiendo lo heredado, lo legado, la consciencia histórica y las garantías
fundamentales de los ciudadanos nicaragüenses del siglo 21.
El
disenso, la diferencia, las contradicciones y hasta el conflicto político,
deberá tener una conducción dialéctica revolucionaria, con propósitos de clase;
los jóvenes no deben verse seducidos por las campañas y valores de la pequeña
burguesía, la juventud nicaragüense, sandinista y güegüense será quien entierre
la ideología entreguista y corrupta de la derecha pro colonialista. No sólo en
las elecciones generales o municipales, también en la conciencia colectiva en
cada sector donde se organice.
Y
es que, el comandante Carlos Fonseca siempre hacía énfasis en el propósito de
la revolución sandinista, que es el cambio del sistema político, como lo ha
venido haciendo el FSLN, apegado a la legalidad establecida, sobre a la
legitimidad y consciencia histórica en sí, puesto que, hemos experimentado
muchas variantes sistémicas, que han traído enormes resultados en la lucha
contra la pobreza, sin salirse de los objetivos y naturaleza del FSLN, del
programa histórico en sí, conducidos todos por la Constitución Política de
todos los ciudadanos.
Todo
esto, estableció el mensaje claro al nicaragüense, que la retórica y demagogia
de la derecha, que esconden el odio contra la misma clase social trabajadora,
debe ser superado acompañando al FSLN en el ejercicio del poder. Que esas
campañas electoreras, son del pasado, sin embargo, se deben acompañar para que
Nicaragua, siempre tenga un representante político revolucionario y
anticolonialista. En suma, el poder popular, en unidad nos debe llevar a la
sociedad en felicidad, al Estado social democrático de derecho que tenemos,
donde se garantizan todos los derechos humanos a cada nicaragüense.
Este
2022, año de elecciones municipales, nadie anda haciendo proselitismo
demagógico en ningún municipio, puesto que cada ciudadano está ocupado en su
proceso natural, que aquellos antagónicos que quisieran que volviéramos a
aquellos años de elecciones, donde se difundían millones de mentiras de los
candidatos. Por tanto, estamos trabajando, avanzando, en mejores procesos
políticos, también electorales, pero más civilizados, más pacíficos. No se
fomenta ya la incertidumbre ni manipulación política; estamos en paz y
seguiremos en paz.
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