"Mi Padre: Un ser humano de otro mundo"

 *Editorial Ideario Popular*

Tomás Borge Martínez de niño, junto a mujeres de su Familia
Tomás Borge Martínez de niño, junto a mujeres de su familia y su mamá doña Ana.
Foto cortesía de Valeria Borge, hija de Tomás Borge.

Estas líneas son una mirada sobre la vida del comandante Tomás Borge Martínez desde el corazón, la óptica, experiencia y memoria de dos de sus amadas hijas y uno de sus hijos; Ana Josefina Borge Cerda, Valeria Borge Cerda y Oscar Borge Medina, orgullosos herederos de las ideas y principios de su padre y que nos comparten el abnegado espíritu de Tomás desde la faceta de padre, en un contexto de comandante y líder de toda una nación, aspecto de la vida de Tomás poco conocida pero que devela la ternura de un ser humano que ama, invadido de un caudal empático, sensible por los suyos y los otros.

 Los grandes referentes en la vida de Tomás

Tomás tuvo la dicha de haber tenido la atención de una madre excepcional, cariñosa y siempre leal a su hijo, además fue hijo único. Doña Ana, una mujer valiente que heredaría a su hijo estas cualidades, sobre todo la fortaleza de madre y de mujer que se aferra a la vida para luchar.

Doña Anita, como le llamaba Tomás, representó una figura muy importante en su vida, en el poema Doña Anita y Don Tomás, al final se lee: “En el minuto de morir me bendijo y, desde entonces, soy inmune a las balas y al miedo del infierno”. Es esa sensación de protección y seguridad que percibía de su madre la que se expresa en el hecho de que Tomás colgara en la habitación de su oficina de descanso, un cuadro de su madre hecho al óleo, que el diera a pintar para recordarla por siempre.

La relación de Tomás y su madre contribuyó en gran medida a su formación y visión del mundo, su mamá le dio la instrucción y educación que a él lo formarían como hombre y persona, y es precisamente ese vínculo especial el que lo lleva a pensar que las madres son esenciales en la vida de un hijo, pues deben aportar herramientas para forjar el carácter, así como valores y principios que los guíen en sus vida; Tomás consideraba que son las madres las que deben incidir en sus hijos, tal y como lo hizo la suya. Su hija Ana Josefina, recuerda que para su papá, Doña Anita era como su diosa, la amaba profundamente, era muy especial e incluso hablar de ella era un tema doloroso para él. 

Doña Ana, Mamá de Tomás Borge.
Foto Cortesía de Valeria Borge

  También era doloroso para Tomás hablar de Carlos Fonseca, su    compañero de lucha y hermano de la Revolución. A Carlos lo      admiró con gran respeto y cuando hablaba de él se lo ponían        los  ojos llorosos. Carlos era como el ideal de persona, dice su    hija Valeria, pues además existía una relación profunda y muy     cercana, ambos confiaban el uno del otro, sabían que existía de    por medio lealtad y compromiso a una misma causa, ambos     amaban al Frente Sandinista y a la Revolución, entregando toda    su vida.

 

Uno de los primeros recuerdos de Tomás con Carlos, fue cuando se vieron por primera vez en una actividad, a la que Somoza también asistiría. Cuando Somoza se acercó a darles la mano a los estudiantes y era el turno de Carlos, él se negó a dársela, Tomás lo quedó viendo y tampoco le dio la mano a Somoza, esto como símbolo de rechazo y rebeldía, siendo esa acción el primer ejemplo que le dio Carlos. Más allá de la rebeldía y el rechazo hacia todo lo que representaba Somoza, era un acto de dignidad, equiparable a la actitud de Sandino cuando se negó a firmar el pacto del Espino Negro en 1927. Sin duda alguna, Carlos Fonseca fue una figura relevante en la vida de Tomás, tanto así que uno de sus deseos era que lo enterraran al lado de la tumba de Carlos, para al menos acariciar sus huesos.

    Tomás, Carlos Fonseca, 
Daniel Ortega,
Roberto Amaya,
Oscar Turcios y otros
Los siguientes versos son un extracto del Poema Carlos Fonseca, escrito por Tomás el 8 de noviembre del 2001:

Juramos ser fieles a tus horas difíciles

a tu certidumbre

a tu sangre

y a tu resurrección.


Otro referente de su vida y a quien siempre admiró y consideró   como el “hombre más respetable de la revolución       latinoamericana”, es Fidel Castro. Para Tomás, “Fidel es el     origen, la causa, la génesis de las revoluciones de América   Latina” (agosto, 2010). Incluso su hijo Óscar, recuerda que su     papá admiraba y respetaba muchísimo, pero demasiado a Fidel.   Un día, Tomás señaló a su hijo de haber cometido una     travesura,  como cualquier niño; aunque en realidad Óscar nunca fue el responsable de esa travesura, y Tomás le dijo: “Mirá, a Fidel Castro lo respetan sus amigos y enemigos, lo respetan sus enemigos porque siempre, siempre dice la verdad”. Esto se lo decía con la intensión de motivarlo a no mentir nunca y ser sincero en todo momento, pero también evidencia ese hondo reconocimiento que tenía Tomás hacia Fidel como una persona ejemplar, tanto así que lo retomó como una lección y consejo para su hijo.


 Tomás era un hombre perfeccionista y cuando logró concretar   la  entrevista con Fidel Castro en 1992, de la cual nace el Libro    ganador del premio Casas de las Américas, Un grano de Maíz,   se hicieron miles de correcciones al cuestionario, pues además   se trataba de Fidel y Tomás pretendía estar a la altura de lo que   esa entrevista representaba, su enorme consideración hacia   Fidel  en todos los sentidos.

Implacable en el combate, Generoso en la Victoria.

El Comandante Tomás Borge Martínez, se entregó al Pueblo y a la Revolución por totalidad. Su inmenso afecto por el pobre, el oprimido y el marginado; en fin por la humanidad, reposan sobre su corpulenta conciencia revolucionaria y su determinante pasión por erradicar las injusticias; un hombre revolucionario y de  espíritu visionario, como se le presencia en la complejidad y profundidad de sus discursos,  que trascienden y no se conformaron en quedar registrados únicamente en tinta y papel, sino, en lo más intrínseco de todo aquel que los escucha y que esté anuente al igual que él, a vivir para los demás.

El egoísmo como una influencia antirrevolucionaria, es un antivalor, del cual el Comandante Tomas sentía una profunda impaciencia, sus hijos coinciden en que, su naturaleza fue en definitiva antagónica al egoísmo, acompañado de otro aspecto importante como lo es la lealtad. Los sentimientos egoístas cargan consigo el efecto de traicionar, esto producía en él una grave decepción.


La generosidad y la solidaridad son dos valores que describen la razón y el actuar de toda la vida del Comandante, según describen sus hijos, él no era un hombre que exigiera un comportamiento predeterminado, sino que conciben que para él, la mayor lección que su padre les dio fue a través de su ejemplo.

Tomás cargando a su nieto Alejandro.
Foto Cortesía de Valeria Borge
Su ejemplo expresaba más que una infinidad de palabras; Ana  Josefina, describe como legado de su padre la siguiente frase  “No pidas a tu gente algo que vos no harías”.  El Comandante  se  aseguraba de transmitir su mensaje revolucionario a través  de  las acciones, dejando que estas hablaran por él.

Su generosidad era un principio desbordante, sus hijas lo describen como alguien que no escatimaba la oportunidad de ayudar a otros, actuando sin reproche y compartiendo todo lo que estaba a su alcance. Él anteponía el bienestar de los demás al propio, según narran sus hijas, una de las acciones que demuestran estas cualidades, se aprecia cuando él estaba internado en el Hospital, y con gran preocupación cuando su amigo Samuel Santos[1], llegó a visitarlo, él le dijo que preguntara por el hombre que estaba en la habitación de al lado, y tuviera todo lo que necesitara, este hombre era Silvio Linarte[2], quien al igual que él llevaba un tiempo internado en el hospital.

“Mi papá era el tipo de persona que paraba todo el tráfico sólo para ayudar a una anciana a cruzar la calle”, sus hijos expresan que el carácter de sus padre se puede definir como un hombre generoso, solidario, que se conmovía con el dolor del Pueblo.


Tomás junto al Pueblo
  
Para el trágico Huracán Juana[3], las  personas llegaban a su casa a buscarle pero no lo encontraban, él estaba muy lejos   movilizando a las personas, llevándolas a un  lugar seguro, su solidaridad fue sensorial, él siempre estuvo dispuesto a crear vínculos estrechos con la población, siempre estaba en primera fila, era un militante de convicción. Sus ojos estaban desvelados, por el desprotegido, el  indefenso y el solitario; sus hijas testigos oculares, vieron como su padre abrió las puertas de su casa para recibir a niños y jóvenes, con la intención de brindarles apoyo, consejo, dirección y sobre todo una figura paterna; tal es el testimonio contado por Valeria, que relata que un compañero, recuerda al comandante de una manera tan sorprendente y cercana, en la simpleza y cotidianidad  de la vida, cuando el Comandante fijó su mirada en el muchacho (compañero) y le dijo: vení, juguemos billar, él, sorprendido se arrimó y, a partir de ese acercamiento con el Comandante, le envió a Cuba a estudiar, marcándole esa acción de por vida.

Sin duda alguna, es importante mencionar el gesto solidario que tuvo Tomás cuando adoptó al hijo de Germán Pomares (el Danto). Germancito, como le decían de cariño, fue acogido con mucho amor y afecto por los Borge, siempre fue visto como un hijo más. El Comandante le dio el calor de padre y lo acompañó en su infancia, sin hacer nunca diferencias entre sus demás hijos, Germán Pomares Herrera fue muy especial para Tomás y siempre quiso ser un buen ejemplo para él; en honor y compromiso con su padre, un guerrillero destacado y valioso dentro del Frente Sandinista.

Al Comandante Tomás, no se le asociaba para nada con la vanidad, sino con la ausencia del apego a lo material, en una ocasión sus hijas le regalan un lapicero y de manera instantánea alguien le dijo que estaba muy bonito y con mucha espontaneidad, él se lo regaló, sus hijas entendieron que su padre era un hombre desprendido de lo material, siendo así de continuo en todos los aspectos de su vida.

En otra ocasión, su hijo Óscar admiraba la biblioteca personal de su padre, de la que expresa que era enorme “cuatro paredes llena de libros, con una altura de dos metros y medios” con mucha curiosidad le preguntó “¿ya te los leíste todos?” tratando de provocar una reacción en él, a lo que su padre le respondió con mucha naturalidad “la mayoría”. Con frecuencia Óscar le pedía libros y su padre siempre se los daba, aunque a veces le decía, “estás muy joven para ese libro”, pero nunca se negó a darle el libro que le pidiera.

Memorias y Recuerdos sobre Tomás

Tomás, sus hijas y Germancito.
Foto Cortesía de Valeria Borge
Para Valeria y Ana Josefina, su papá nunca fue una  persona convencional, no era el tipo de persona que se  sienta a ver una película en familia, por ratos las  acompañaba a ver los pitufos, pero en cada ocasión que  podía le gustaba tener tiempo de calidad con sus seres  queridos. Valeria, aunque estaba muy pequeña,  recuerda  que cada mañana Tomás se sentaba en un  desayunador redondo que tenía en su cuarto a leer  correspondencia, a leer el periódico con una rapidez  increíble, tenía una capacidad de retención  sorprendente.

Sus dos hijas concuerdan que para Tomás el desayuno era súper especial, era el tiempo que les podía dedicar y acostumbraba a desayunar huevo con cebollas bien doraditas, tortillas bien tostadas casi quemaditas, por las noches en la cena cambiaba los huevos por carne desmenuzada bien tostadita acompañada de frijoles, tortilla y cuajada, y cebolla picada con limón, esa era la comida de cada día, siempre comía lo mismo. Además, que era una persona muy disciplinada, cuando empezó a tener problemas de diabetes tuvo que cambiar la cuajada por cuajada de soya, que la verdad no sabía nada bien según recuerdan sus hijas.

Tomás siempre hacia ejercicio, no tenía un horario establecido, pero siempre que tenía tiempo salía a correr, caminar, a hacer abdominales, su deporte favorito era la natación que incluso a sus 76 años durante una actividad con jóvenes, demostró su pasión por este deporte al cruzar de extremo a extremo la laguna de Tiscapa.

En la memoria de sus hijas, a Tomás nunca le gustó usar el tipo de ropa occidental, el saco, la corbata, prefería algo sencillo, relajado y cómodo. Para la boda su hija Ana Josefina se negó a usar saco y corbata, a cambio su hija le pidió el licor como para la boda en son de chiste, a lo que él sin dudar accedió, exagerando en la cantidad.

Tomás junto a su hijo Oscar Borge
Tomás y su hijo Óscar.
Foto cortesía de Óscar Borge
 
 Su hijo Óscar, al igual que sus hermanas recuerda también a   un  Tomás al que en ningún momento le dio miedo demostrar   sus sentimientos, que además siempre le dio la libertad de   elegir lo que quisieran ser, recuerdan a un hombre desprendido   de las cosas materiales y que siempre les demostró que su   único deseo, es que fueran felices con lo que hacían.

 Indudablemente Tomás era terco, sentimental, ingenuo, temerario y desconfiado, amó el sol, el agua, a los niños, a los animales, amó la exactitud de la imperfección, siempre nos inculcó valores como la lealtad, la solidaridad, y la generosidad, recuerdan con nostalgia sus hijos, Ana, Valeria y Óscar.

El comandante fue un hombre multifacético, entregó su vida a las causas justas y éticas, sacrificó incluso su vida familiar por la Revolución, pudo haber cometido muchos errores como humano, pero a Nicaragua jamás le falló, como lo dirían sus hijos. Tomás fue un hombre excepcional, hablar sobre él es hablar de un gigante, de un hombre visionario y leal en cada momento de su vida.

Tomás mantuvo una estrecha relación con el comandante Daniel Ortega y ofreció siempre su apoyo y lealtad inigualable, en los momentos más difíciles del Sandinismo estuvo con él y Daniel en el momento más duro para los hijos de Tomás estuvo firme y les brindó todo su apoyo, tal y como lo hubiera deseado Tomás.

Tomás y Daniel

Tus poemas clandestinos aquí reunidos

Son los que los sembradores de sueños

Han convertido en victorias.

Tu palabra es la historia de la América Nuestra

Resistiendo siempre.

Aquí esta Tomás

Abriendo camino.

 (Daniel Ortega, Managua 25 de abril, 2014)

Agradecemos de forma especial las entrevistas brindadas por su hijos Ana Josefina Borge Cerda, Valeria Borge Cerda y Óscar Borge Mejía, realizadas los días 26 y 28 de abril del 2021, respectivamente,  para la redacción de este escrito en homenaje al noveno aniversario del tránsito a la inmortalidad del comandante Tomás Borge Martínez. Ideario Popular.



[1] Ex Ministro de Relaciones exteriores para la República de Nicaragua, durante el período 2007-2017.

[2]Integrante del grupo nacional “Los de Palacagüina”

[3] Huracán que afecto fuertemente a Nicaragua y Centroamérica en 1988. 








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