El Pensamiento Crítico como desafío de la Educación
Edgar Palacio Galo
En el II semestre 2020 la UNAN Managua estableció como eje de trabajo, el componente de Pensamiento Crítico en la asignatura Técnicas de Investigación Documental a impartirse en todas las carreras.
Si bien el campo del pensamiento
crítico ha sido abordado desde el constructivismo,
conductismo, marxismo, las neurociencias, la escuela de Frankfurt, este escrito
tiene como propósito reflexionar acerca de sus características generales y de
inicio marcar que la pedagogía crítica no se reduce a una simple transmisión
del saber; sino a la práctica pedagógica que construye el conocimiento desde
una concepción problematizadora.[1]
Por tanto cuando hacemos referencia al pensamiento crítico debemos
indicar que se enmarca en un nuevo paradigma pedagógico, encaminado a construir
un proceso cognitivo cuyo fundamento no solo parte de la memoria, sino de
complementarse con la percepción, el análisis y la síntesis. Procesos que en su
conjunto conducen a lograr una educación inclusiva, dando lugar a lo que Paulo
Freire definía como concienciación en los procesos educativos, estimulando en
las y los estudiantes un razonamiento que sepa analizar causas y consecuencias
de los fenómenos estableciendo adecuadamente soluciones y posibilidades.
Si el pensamiento crítico tiene como
centralidad el ejercicio de la crítica, debemos poner en común lo que vamos entender por crítica y es
válida la definición dada por José Martí cuando señaló “critica es el ejercicio
del criterio”[3].
En el proceso educativo comprenderíamos el ejercicio del criterio como
capacidad de poder realizar análisis, establecer síntesis y llegar a
conclusiones comprendiendo que estas conclusiones a su vez son relaciones
causales de otros procesos, y se interconectan en un movimiento dialéctico del
que surge algo nuevo, es un movimiento de ralacionalidad porque la construcción
del conocimiento es una sucesión de relaciones que tienen lugar en el espacio y
en el tiempo. Todo proceso ya en el campo de las ciencias económicas, ciencias
naturales, ciencias sociales se interrelaciona con otros procesos en un marco
determinado de tiempo y espacio y por tanto no hay conocimiento fuera de la
historia y mucho menos conocimiento neutral, aislado, autocontenido y sin
relación alguna con el desarrollo de las relaciones sociales e históricas, que al
decir de Enrique Dussel son relaciones condicionadas condicionantes o, de otra
manera, determinaciones determinadas determinantes.[4]
El pensamiento crítico como criterio de acción propicia las bases de una educación construida en comunicación dialógica, liberadora de las máximas capacidades de las y los estudiantes, es una educación innovadora por su naturaleza, investigadora por sus límites inacabados, extensiva porque persigue un producto que proponga soluciones prácticas para transformar los problemas sociales en beneficio de la sociedad.
Como característica el pensamiento crítico tiene un enfoque radical que formula llegar a la raíz de los problemas de estudio en una búsqueda de tesis causales y relacionalidad de conocimiento a fin de transformar para bien las condiciones concretas de existencia. Asimismo, tiene un enfoque crítico propiamente dicho, que rompe con el positivismo y el enunciado de objetividad que separa al sujeto de su objeto de estudio.
Desde el enfoque crítico el sujeto
cognoscente se ve incluido en el análisis de los procesos de estudio, promoviendo
capacidades para descomponer la totalidad estudiada en las partes que la
configuran dando lugar a una síntesis que explica el todo, ya como resultado de
la acción del sujeto cognoscente, quien a su vez ve transformada su forma de
pensamiento forjando un conocimiento socialmente comprometido. Y esto es
fundamental en nuestra universidad, una universidad popular que tiene una
misión y visión con compromiso de pueblo, vinculada al Programa Nacional de Desarrollo.
Ese es el propósito y eje central del pensamiento crítico, además de contribuir a forjar capacidades científicas en las y los estudiantes, motivarlos, provocar, germinar en ellos el ejercicio del criterio de pertenencia social que se traduzca en conductas éticas sociales decididamente comprometidas con nuestro pueblo y la construcción de una sociedad mas justa y solidaria como la que se construye con el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional.
[1] Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Uruguay: Siglo
XXI. 2005.
[2] Freire, Paulo. El mensaje de
Paulo Freire. Textos seleccionados por el INODEP. Fondo de Cultura Popular.
Madrid: Ed. Marsiega, 1973. pág. 13-14.
[3] Martí,
José. Obras completas, edición crítica. Centro de Estudios Martianos, 2016,
tomo obra completa, CLACSO, pág. 44.
[4] Dussel,
Enrique. 16 tesis de Economía Política. ed. Buenos Aires: https://enriquedussel.com/txt/Textos_Obras_Selectas/(F)28.16_Tesis_economia_politica.pdf.
Pag 14.
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