Sandino y la juventud de la nacionalidad latinoamericana
*Por: Kener Oporta
Los
estudiantes, segmento de la juventud
Los
recursos naturales y las oportunidades geopolíticas que representa Nicaragua
han estado en peligro durante buena parte de su historia. Pero no es hasta que
en 1914, por medio de la firma del tratado Chamorro-Bryan, que la soberanía de
estos se pone en un inminente peligro frente a la voracidad de potencias
imperialistas como Estados Unidos.
El
tratado Chamorro Bryan suscrito entre EE. UU. y Nicaragua, representó el
peligro de que la ruta canalera y el golfo de Fonseca, dos oportunidades
geopolíticas de suma importancia, quedarán a merced de EE. UU. para sus propios
fines. Esto lo entendía el general Sandino y en su Plan de Realización del
Supremo Sueño de Bolívar defendía la idea de que la única forma en que la
soberanía de la ruta canalera y el golfo de Fonseca quedarán asegurados para
beneficio de los latinoamericanos era por medio de la alianza de los veintiún
-en aquel momento- estados de Latinoamérica.
Esta
alianza se llevaría a cabo por medio de la creación de la conferencia de los
veintiún estados de Latinoamérica, que entre otras cosas, acordaba la
organización de un Ejército compuesto por Cinco Mil Doscientos Cincuenta
ciudadanos pertenecientes a la clase estudiantil, entre los dieciocho y los
veinticinco años de edad (Sandino, 1929).
En
ese aspecto, el papel de la juventud en forma de estudiantes toma una notable
relevancia cuando se le colocan criterios para la propuesta de constitución de
las Fuerzas de Mar y Tierra de la Alianza Latinoamericana, a saber: Los
Doscientos Cincuenta Estudiantes que en cada Estado resulten vencedores en los
concursos, comprobando así sus aptitudes físicas e intelectuales, serán los que
cada uno de los veintiún Estados envíe como auténticos representantes suyos
ante las Fuerzas de Mar y Tierra de la Alianza Latinoamericana (Sandino,
1929). En ese entonces las aptitudes físicas probablemente las
tenía buena parte de la población, pero no así las intelectuales, dado que esas
mayormente estaban restringidas a los estudiantes pertenecientes a una clase económica
privilegiada, de los que tenían acceso a la educación y que, por tanto, podrían
desarrollar mejor sus habilidades cognitivas, ser estudiante implicaba poseer
altos tributos intelectuales.
De
esta forma, cuando el general Sandino, habla de juventud lo hace de una forma
integral, antes bien que sean conscientes de su tiempo histórico y se
pongan a la altura de las circunstancias, sólo así serían auténticos
representantes de sus estados. En ese sentido, en la Carta a Augusto
Etore, el general menciona que espera contar con el apoyo moral de la
juventud de América y de todos los ciudadanos de nuestros países, celosos
defensores de la dignidad de nuestros pueblos, y agrega que Latinoamérica
espera su salvación de la juventud (Sandino, 1930b).
A
tenor de lo antes expuesto, los estudiantes, para el general Sandino, no solo
eran valiosos por poseer aptitudes intelectuales, sino por su relevancia a la
hora de resolver los problemas de esa hora histórica. En su Mensaje
al Séptimo Congreso Estudiantil mexicano reunido en Monterrey, Nuevo Laredo, el
general Sandino calificaba a esta reunión de la siguiente forma:
Un
Congreso Estudiantil que, a la par que los problemas culturales, estudiará las
relaciones existentes entre esos problemas y el imperialismo yanquee, puesto
que nos son conocidas los varias formas en que el imperialismo dicho trata de
infiltrarse los centros educativos de nuestro continente (Sandino, 1930a)
Para
Sandino la cultura propia de Latinoamérica estaba en peligro frente al avance
de Estados Unidos, quien también insiste en tratar de implantar sus valores a
través de la educación y, por tanto, utilizar a los estudiantes para tal fin de
manera imperceptible, de modo que su educación sea un reflejo de los intereses
del imperialismo.
Ese
problema le es de primer orden al héroe de las segovias y reconoce en la misma
misiva enviada a los estudiantes del congreso que es el pueblo
latinoamericano, por tanto, y no los gobiernos, el llamado a resolver en última
instancia la suerte del mismo pueblo (Sandino, 1930a). En consecuencia, así
se trate de los problemas coyunturales de México -que también son objeto de
discusión del congreso estudiantil- o de Latinoamérica en general, la aptitud y
utilidad de ser estudiante en ese entonces como ahora, radica en proponer y
adoptar soluciones, dado que los gobiernos son, en gran medida, aliados del
imperialismo o estos adoptan actitudes pusilánimes frente a este, maniatando sus
iniciativas emancipatorias lo cual hace que las soluciones necesariamente
tengan que surgir desde lo popular, del pueblo.
Desde
luego, la educación no es el único ámbito en el cual el imperialismo pretende
intervenir, infiltrarse o enajenar. Una de las justificaciones para intervenir
en los países latinoamericanos por parte de EE. UU. es la “protección de los
interés y propiedades de ciudadanos estadounidenses”. Desde 1909 fue, de hecho,
traída a colación múltiples veces, a lo que el general Sandino entiende que hay
que acabar con esa situación, en primer lugar, y evitar que el capital
norteamericano penetre en la región en forma de inversiones violando ipso
facto la soberanía de los pueblos.
Esto
lo explica en su Plan de Realización del Supremo Sueño de Bolívar, toda
vez que entiende que para ello es necesario que esas puertas de entrada de la
influencia norteamericana sean cerradas y tanto en lo económico como en lo
social, propone que para impedir esas situaciones el grupo más vulnerable, los
jóvenes, deben ser educados en Latinoamérica -por latinoamericanos- en el marco
de La Conferencia de los Representantes de los veintiún Estados integrantes,
a través de intercambios metódicos de estudiantes de ciencias económicas y
sociales entre los países de la región.
Desde
luego, al igual que los jóvenes, la clase obrera y campesina tienen un papel de
primer orden en la emancipación del continente. En ese sentido, para el general
nunca hay que perder el tiempo en cuestiones menores como en aclarar falsedades
y calumnias esgrimidas por parte del enemigo, el norte siempre debe ser otro.
Para Augusto Cesar Sandino, en su Carta a Víctor Manuel Palomo, las
energías del movimiento libertador deben concentrarse a un solo
fin:
Nuestras
energías deben concentrarse hacia un solo fin, el de salvar el decoro de
nuestros pueblos del naufragio en que está amenazado de perecer por culpa de la
vileza de adentro y de la voracidad de afuera; por culpa también de los
pusilánimes y de los cobardes, cómplices inconscientes del imperialismo
(Sandino, 1930c)
Dentro
del contexto en el cual el general se desenvolvió, sus enemigos nunca dejaron
de conspirar en contra de su movimiento, tratando de minar su imagen frente a
los grupos de solidaridad que militaban a su favor. Acusaciones como el haber
recibido sobornos, querer la secesión de parte de Nicaragua o ser un criminal;
eran recurrentes y probablemente de haberles puesto atención y aclararlas una
por una, habría perdido su norte. Cada una de esas injurias eran, en sus
palabras: un inútil afán de sembrar la confusión.
En
la misma misiva, el general vuelve a traer a colación a la juventud y esta vez
se la coloca dentro de un trinomio en el cual comparte, junto con la clase
campesina y obrera, una encomienda:
Como
hemos declarado en diferentes ocasiones, la salvación de nuestra nacionalidad
latinoamericana está encomendada a la juventud a los obreros y campesinos la
fuerza más vigorosa con que cuentan nuestros pueblos cansados ya de la
iniquidad y del engaño, de la vileza y de la explotación (Sandino, 1930c)
En
consecuencia, esa encomienda sólo puede ser cumplida a través de la
unidad de las distintas clases que hacen oposición al imperialismo, son
los mayores aliados del general en su lucha y deben ponerse a la par del tiempo
histórico del que deben ser protagonistas.
La
gravitación del general Sandino
No
es posible hablar del por qué la juventud se acercó al general Sandino sin
conocer de qué medios se valió el general para atraerlos, no solo a ellos,
desde luego, sino también a una amplia red de solidaridad antiimperialista
que fue clave para garantizar su éxito e infringir un golpe moral a EE. UU.
En
el cerro El Chipote convergieron decenas de personas de otras nacionalidades,
entre ellos periodistas y estudiantes, que atraídos por las historias que daban
cuenta de la lucha de Sandino buscaban contribuir a su causa o, cuando menos,
entenderla. En el cuartel general del héroe de las segovias llegaron a alojarse
representantes estudiantiles de varias nacionalidades, a saber:
Teniente
coronel Carlos Aponte Hernández (estudiante de Venezuela), capitán Augusto
Farabundo Martí (estudiante de leyes de El salvador), Capitán Gregorio Gilbert
(estudiante de República Dominicana), Sargento Marcial Salas (estudiante de
Costa Rica, muerto en combate), Teniente Rubén Ardilla Gómez (Estudiante de
Colombia), Esteban Pavletich (representante de los intelectuales de Perú);
entre otros. (Román, 2007)
La
atracción y el interés por parte de los jóvenes, la clase estudiantil,
académicos y los líderes político-ideológicos del momento; da cuenta de una
extraordinaria capacidad de propaganda, más que necesaria para lograr que la
cruzada antiimperialista tuviera éxito.
Uno
de los máximos encargados de la propaganda del general Sandino fue el poeta
hondureño Froilán Turcios, a la sazón su secretario privado. El general
impresionado con el trabajo del catracho en su revista Ariel y buscando
alguien que se encargará de poner al resto del mundo al tanto de lo acontecido
en Nicaragua, decidió poner a este al frente de tan importante labor. En
palabras de Medardo Mejía, biógrafo del hondureño, en aquella propaganda
autonomista, Turcios multiplicó su esfuerzo impulsó con afán prodigioso al
héroe del chipote, (…) movilizó el espíritu colectivo de la Juventud de
América (Mejía, 1980) En (Arellano, 2008)
Gracias
a las acciones de Turcios, personajes tan relevantes como Víctor Raúl Haya de
la Torre, Gabriela Mistral, José Ingenieros, Manuel Ugarte, Agustín Farabundo
Martí, entre otros; formaron parte de la creciente red antiimperialista en
torno al general Sandino.
Turcios
era, en esencia, el propagandista número uno del héroe de las Segovias. Gracias
al contacto que este mantenía con intelectuales de América Latina y Europa,
logró llevar el mensaje del general al exterior. Desde 1927 él informó a través
de la Revista Ariel del rumbo de los enfrentamientos entre sandinistas y los
marines norteamericanos a partir de información procedente del Cuartel General,
especialmente de las misivas que recibía del propio Sandino (Galicia, 2022)
De
tal forma que Turcios era la puerta de entrada a todo aquel que quisiera
entrevistarse con el general, éste daba su expresa autorización para tal fin, él
también recepcionaba las donaciones del exterior, que fueron clave para
financiar y sostener el movimiento guerrillero. Así mismo, tenía misiones de
inteligencia, es decir, recolectar información sensible que ayudará al éxito de
la campaña antiimperialista. Por otra parte, la publicación de su revista Ariel
constituía un activo propagandístico de primer orden, en la medida en que
permitía conectar con intelectuales de otros países y continentes.
Sandino
tuvo su primer contacto con el poeta hondureño estando en El Chipote, su
cuartel general, cuando enviado por el alcalde de Jalapa, don Alfonso Irías, le
llegó un correo llevando -entre la correspondencia- un ejemplar de la revista
Ariel dirigida por Turcios en el cual aparecía un elogio a su actitud
patriótica (Arellano, 2008)
Así
avalaba el general Sandino la Revista Ariel en su Carta a Froilán
Turcios cuando realizó la primera lectura de la publicación:
Muy
señor mío: A mi campamento llegó número de vuestra Revista en la cual he podido
apreciar el más elevado concepto de vuestro sano intelecto, pues claramente
dejáis aquilatado vuestro patriotismo, supuesto que vuestra mentalidad sabe
interpretarlo a conciencia (Sandino, 1927)
El
final amargo entre Sandino y Froilán Turcios tuvo consecuencias malas para el
movimiento antiimperialista, que no es pertinente describir en este artículo.
Sin embargo, es notorio el papel que jugó el intelectual catracho en la
constitución de la solidaridad antiimperialista en el mundo. Desde luego, no
fue el único, muchas personas coadyuvaron para que el mensaje del general
llegara al exterior, entre organizaciones políticas y sujetos particulares.
Como
se acaba de ver, el señor Turcios jugó un papel de primer orden y el mismo
Sandino lo reconoce en varias de sus cartas. Sin la ayuda del escritor
hondureño, probablemente la juventud y los estudiantes no se hubieran
interesado tanto por lo ocurrido en Nicaragua. La propaganda fungió como
catalizador de los sentimientos antiimperialistas de las juventudes de América
que se acercaron directamente al cuartel general de Augusto César Sandino a aportar
a su movimiento guerrillero.
Finalmente,
el potencial que tienen los recursos naturales de Nicaragua y Latinoamérica
deben ser protegidos para garantizar su soberanía en el futuro, y como el
futuro no les pertenece a los niños- al menos en lo inmediato- ni a los
ancianos, lo más lógico es que quienes los han de disfrutar y desplegar todas
las oportunidades para desarrollarlos sean los jóvenes.
Referencias
Arellano,
J. E. (2008). Guerrillero de Nuestra América (2.a ed.)
[Impreso]. Hispamer.
Galicia,
A. G. G. (2022). De la Red de Solidaridad con Sandino a la Solidaridad
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1-18.
https://doi.org/10.14201/alh.27119
Román,
J. R. (2007). Maldito País [PDF]. Amerrisque.
https://www.enriquebolanos.org/media/publicacion/Maldito%20Pa%C3%ADs.pdf
Sandino,
A. C. (1927). Carta a Froilán Turcios [PDF]. En El Pensamiento Vivo. Augusto
C. Sandino (Vol. 1, pp. 146-147). Editorial Nueva Nicaragua.
https://memoriasdelaluchasandinista.org/media/textos/29.textos.pdf
Sandino,
A. C. (1929). Plan de Realización del Supremo Sueño de Bolívar. elortiba.org.
https://www.elortiba.org/old/pdf/Plan_de_Realizacion_del_Supremo.pdf
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A. C. (1930a). Mensaje al Séptimo Congreso Estudiantil mexicano reunido en
Monterrey, Nuevo Laredo [PDF]. En El pensamiento Vivo Augusto C. Sandino
(Vol. 2, pp. 67-68).
https://memoriasdelaluchasandinista.org/media/textos/85.textos.pdf
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A. C. (1930b). Carta a Augusto Etore [PDF]. En El Pensamiento Vivo. Augusto
C. Sandino (Vol. 2, pp. 76-77). Editorial Nueva Nicaragua.
https://memoriasdelaluchasandinista.org/media/textos/85.textos.pdf
Sandino,
A. C. (1930c). Carta a Víctor Manuel Palomo [PDF]. En El Pensamiento Vivo.
Augusto C. Sandino (Vol. 2, pp. 78-80). Editorial Nueva Nicaragua.
https://memoriasdelaluchasandinista.org/media/textos/85.textos.pdf
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