SOMOCISMO NUNCA MAS.



*Por Héctor Cerda García*

El somocismo representó la etapa más oscura del país, una dictadura marcada por el terror, la muerte, la tortura, la miseria, la violencia y la corrupción durante el periodo de 1937 a 1979. Los Somoza era la típica dictadura familiar del siglo XX; anticomunista y dirigida bajo las orientaciones de la casa blanca, permitiendo incluso el asentamiento de tropas norteamericanas en territorio nicaragüense.   

Ante este atropello a la soberanía nacional, el General de hombres y mujeres libres Augusto C. Sandino se alza en arma con 29 hombres (eran 30 con él), comenzando así una guerra nacional en contra de la ocupación estadounidense desde 1927 hasta la expulsión de las tropas yankee en 1933. Los invasores gringos se retiraron no sin antes dejar creada la Guardia Nacional al mando de Anastasio Somoza García, este a su vez por órdenes del embajador estadounidense Arthur Bliss Lane orienta asesinar a Sandino el 21 de febrero de 1934.

Sandino con su lucha armada se convirtió en un símbolo antimperialista y de dignidad nacional. La bandera combativa de nuestro General fue rescatada por el comandante Carlos Fonseca Amador, Tomas Borges y un puñado de guerrilleros con la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1961 alcanzando la victoria del pueblo el 19 de julio de 1979 cuando derrocó a la dinastía somocista quien hasta ese momento eran dueños de Nicaragua.

Desde la fundación del FSLN en 1961 se convirtió en la vanguardia popular por la lucha de la justicia social, la dignificación y consolidación de los derechos del pueblo que estaban a manos del somocismo y sus esbirros serviles aglomerados en los partidos liberales-conservadores, de quienes Sandino expreso; “Los dirigentes políticos liberales-conservadores son una bola de canallas, cobardes y traidores incapaz de dirigir un pueblo valeroso.”

El FSLN a lo largo de 18 años de lucha inclaudicable a través de diferentes acciones logró tambalear a la dictadura somocista, siendo las siguientes claves las que conllevaron a la caída de una de las dictaduras más nefastas de América Latina:

Ø  Heroísmo de Julio Buitrago Urroz

Un 15 de julio de 1969 Julio Buitrago anunciaba la insurrección con su heroísmo al enfrentar el solo, a un ejército de 300 esbirros de la guardia somocista, esta confrontación desigual se dio en una de las casas de seguridad ubicada en las delicias del volga en Managua. 

Julio resistió este feroz combate aproximadamente durante 3 horas. El comandante Omar Cabezas, en su libro; La montaña es algo más que una inmensa estepa verde, describe;

“En 1970 pasé por seis meses al clandestinaje, después de que el comandante Julio Buitrago muere en combate cuando es descubierto en una casa de seguridad en Managua, junto con las compañeras Doris Tijerino y Gloria Campos. La Seguridad los detectó y posteriormente la Guardia montó alrededor de la casa un operativo militar sin precedentes en Nicaragua. Rodean la casa, la manzana y el barrio entero en un tercer cerco. Julio se fajó con la Guardia. Muere él solo, después de horas de resistencia en aquella casa. Es uno de los más grandes entre los grandes que ha tenido el FSLN. Él fue de los que forjó la gran leyenda de invencibilidad del Frente Sandinista en el pueblo, o bien la que el pueblo forjó del Frente Sandinista. Esa leyenda se hizo en base a hechos históricos concretos. El primer hecho histórico concreto contemporáneo es ese combate heroico de Julio Buitrago el 15 de julio de 1969”.

“Y no nos explicábamos cómo Julio estaba vivo porque veíamos cómo la Guardia se escondía o las balas que Julio disparaba pegaban cerca de los guardias, y veíamos guardias caer heridos y de inmediato algo que nos conmocionó a todos: vemos salir por la puerta central de la casa a Julio corriendo, disparando en ráfaga contra la Guardia y, segundos después, cómo Julio se empieza a doblar y disparando y doblándose más y disparando y doblándose más, hasta caer al suelo. A nosotros nos daban ganas de llorar, pero al mismo tiempo sentíamos que teníamos una fuerza indestructible”.

Este acontecimiento nutrió la valentía y decisión al pueblo nicaragüense para alzarse en arma y combatir a la dinastía somocista. Julio nos conduce a julio de 1979, Julio nace y renace en julio en nuestra memoria por haber tomado una decisión de forma inquebrantable de luchar hasta las últimas consecuencias por la liberación de un pueblo nicaragüense oprimido y sufrido por el hambre y la miseria.

Ø  Terremoto de 1972

A pesar de que el terremoto del 23 de diciembre de 1972, fue aproximadamente 7 años antes del triunfo de la revolución sandinista, este terremoto aisló a los Somoza de la comunidad internacional ya que, a pesar de que Managua quedo destruida, en ruina y en hambruna los Somoza se dedicaron a robar toda la ayuda internacional provenientes de los países hermanos.           

Fue evidente los actos de apoderamiento de esas ayudas, así como de innumerables concesiones cedidas con ventajas a familiares de Somoza, funcionarios y allegados del régimen en un sector que todavía no habían acaparado, el sector construcción teniendo como escusa la “nueva reconstrucción de Managua” la cual no existió. Las pobres e insuficientes respuestas a los acuciantes problemas de la población afectada, deterioraron más la ya desacreditada actuación de la dictadura.

A pesar de que Cuba en ese momento, no tenía relaciones diplomáticas con Nicaragua fueron los cubanos, los que inmediatamente estuvieron aquí. A Somoza no le quedó más remedio que abrir las fronteras, porque era un desastre nacional, no podía ser anticomunista en ese momento y él dejó, permitió y se creó un campamento con médicos cubanos en la capital.

En este mismo contexto, el pelotero latino del momento Roberto Clemente que 19 día antes del desastre natural estuvo en Nicaragua representando a su país Puerto Rico, compartió con el pueblo de Masaya y Managua; lo sucedido esa madrugada del 23 de diciembre del 72 lo llenó de nostalgia y enseguida busca apoyo para Nicaragua logrando despachar un avión de ayuda, pero al regresar pregunta a la tripulación que cómo les fue y ellos le dicen “toda la ayuda se la robó la guardia nacional de Somoza”. Se enfurece y su respuesta inmediata fue “voy a ir Nicaragua a ver si a mí me la van a robar". Pero al intentar venir a Nicaragua el 31 de diciembre del mismo año el avión donde venía se precipitó al mar.

Los Managuas somos heroicos y estoicos, se nos cayó la levantamos, no por el somocismo, la levantamos por nosotros mismos y aquí está la Managua resplandeciente, llena de luz, prosperidad y progreso.

Ø  Asesinato de Pedro Joaquín Chamarro

El periodista Pedro Joaquín Chamarro, director del diario LA PRENSA, era uno de los principales opositores al régimen de los Somoza. Un 10 de enero de 1978 cuando se dirigía en vehículo hacia su trabajo, fue interceptado por un grupo de matones y uno de ellos le disparó en 3 ocasiones.

Este vil asesinato provocó una serie de acciones violentas contra la guardia nacional y las propiedades de la familia Somoza, ese mismo día la población de Managua quemó el edificio Plasmaferesis, empresa que se dedicaba a comprar la sangre de borrachitos y pordioseros y que se había vuelto blanco de la crítica de chamarro, quien aseguraba que Somoza era el verdadero dueño de la empresa y no el cubano estadounidense Pedro Ramos.

Silvio Peña, quien estaba a cargo de dirigir a los sicarios, declaró luego de su captura que Ramos financió la operación para matar a Chamarro. La muerte de Chamorro Cardenal fue uno de los detonantes de una ola de agitación que aportó a la insurrección del pueblo nicaragüense que concluyó el 19 de julio de 1979.

Ø  Toma del Palacio Nacional

El FSLN no había dado un golpe fuerte a la dinastía desde el 27 de diciembre de 1974 cuando un comando del Frente Sandinista se tomó la casa del ministro somocista José María “Chema” Castillo. En esos días, Somoza consideraba que el movimiento guerrillero estaba neutralizado o había desaparecido y jamás pensó que el Frente Sandinista estaba en un proceso interno de acumulación de fuerzas, planificando acciones contra la dictadura.

Luego de 4 años el movimiento guerrillero sandinista realiza un nuevo golpe espectacular al realizar una operación que aparentaba ser imposible, el 22 de agosto de 1978 el mundo voltio sus ojos a Nicaragua cuando el comando  “Rigoberto López Pérez”, compuesto por 25 guerrilleros vestidos con los uniformes de la Escuela de Entrenamiento Básicos de Infantería (EEBI) (cuerpo élite de la Guardia Nacional) y liderados por Edén Pastora, Walter Ferreti, entre otros, irrumpió en el salón donde se celebraba la sesión conjunta del Congreso de Diputados y del Senado.

El comandante Edén Pastora detalló en una entrevista; "Y Somoza estaba fuerte, estaba poderoso. Acababa de asesinar a Pedro Joaquín Chamorro. Nosotros Octubre Victorioso y nada había pasado. Entonces había que hacer algo que estremeciera a la sociedad nicaragüense porque la sociedad nicaragüense le tenía miedo a la guardia y al somocismo lo veíamos los nicaragüenses, yo en lo personal, y los sandinistas en lo personal no, pero la inmensa mayoría lo veía como invencible. La comunidad internacional se encogía de hombros ante el sufrimiento de nosotros los nicaragüenses. No se fijaba la comunidad internacional ante el horror, el espanto, el llanto, el dolor de un pueblo. Entonces era necesario un operativo de esa magnitud".

Esta denominada “Operación Chanchera” fue el principio del fin de la dictadura de Somoza Debayle, en este sentido el dictador se enfrentó con los jefes de la Guardia Nacional que lo cuestionaron por claudicar en las negociaciones en vez de ordenar la liberación con las fuerzas de las armas del Palacio Nacional.

Este duro golpe a los Somoza marcó una lucha indefinida, fuerte, sin parar y sin vacilar hasta poner fin a la dictadura. La acción, encuadrada en la lucha armada que el FSLN mantenía contra la dictadura somocista, concluyo 2 días después y logró los objetivos siguientes: Liberación de 50 presos políticos, entre los que se encontraban Tomás Borge, René Núñez Téllez, Doris María Tijerino, la difusión de varios comunicados del FSLN en los medios escritos, hablados y televisados del país, pago de medio millón de dólares, garantía de salida del país de los componentes del comando.

Ø  Muerte de Bill Stewart

Tuvo que morir un norteamericano en suelo nicaragüense para que Estados Unidos suspendiera todo su apoyo a los Somoza, quien hasta ese momento financiaba y apoyaba sin restricción alguna. El corresponsal estadounidense Bill Stewart de la ABC New Networ le daba cobertura a la ofensiva final de los guerrilleros sandinista contra la dictadura.

El 20 de junio de 1979, Stewart se disponía a trasladarse a los barrios de Managua donde se libraban enfrentamientos entre los guerrilleros sandinistas y los esbirros de la guardia nacional, él y su interprete Juan Espinoza, son retenidos en la zona del barrio El Riguero, a bordo de un vehículo, fueron detenidos por la GN y aunque Bill presentó su carnet de periodista, esto no le sirvió de nada.

La Guardia le ordenó a Espinoza abandonar el vehículo, mientras le explicaba el motivo de su presencia en el lugar, pero la GN se lo llevó a un lugar separado, donde fue asesinado con un disparo en la cabeza sin que el resto del equipo se diera cuenta, minutos después Stewart fue forzado a abandonar la furgoneta, mientras era insultado y obligado a arrodillarse, luego a acostarse contra el suelo, momento donde le dieron una fuerte patada en las costillas para luego dispararle en la cabeza, murió temblando de miedo y repitiendo la frase: “no español, yo periodista”.

Cada momento fue grabado por el camarógrafo de Stewart, Jack Clark, quien se encontraba a varios metros de donde fue asesinado el periodista, luego Pablo Tiffer, conductor del vehículo, solicitó permiso a los guardias para llevarse el cuerpo de Bill, acción a la que accedieron con la condición de informar que habían sido grupos de sandinistas quienes habían perpetrado el hecho, pero la grabación era la prueba de cómo ocurrieron los hechos realmente.

Clark consiguió enviar la cinta del asesinato a los estudios de ABC News, en Nueva York, y fueron mostrados al mundo los hechos de barbarie cometidos por la Guardia Nacional, hechos a los cuales el dictador Somoza no pudo dar respuesta, debido a que las imágenes estaban más que claras.

Poco después el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter emitió una declaración condenando el crimen: “La muerte de Stewart es un acto bárbaro que todos condenamos. El pueblo norteamericano comparte sentimiento de ira por la muerte de este hombre”. Luego de este suceso los políticos de E.E.U.U., dejaron de apoyar al dictador, Somoza estaba solo.

Ø  La unión de las tres tendencias del FSLN

Durante la década de 1960, la dirigencia del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) estaba discutiendo sobre la táctica y estrategia de la guerra revolucionaria en Nicaragua. Esto condujo a numerosas diferencias internas que se convirtieron en tres tendencias políticas y, posteriormente, en tres fracciones públicas en los años de 1970. Ellas son: la Tendencia Proletaria (TP), que adscribía a los postulados clásicos del marxismo, planteaba la necesidad de politizar prioritariamente a la clase trabajadora urbana y rural, constituyendo la vanguardia del proceso revolucionario. La TP, que fue la primera escisión que se produjo al interior del FSLN en 1975, buscó diferenciarse de lo que se conoció como Tendencia Guerra Popular Prolongada (GPP). La GPP estaba influenciada por las teorizaciones de Mao Zedong y la guerra de resistencia anti-japonesa, creía en la movilización de las masas rurales y no priorizaba la insurrección en las ciudades. La última fracción surgió en 1976 y fue conocida como Tendencia Insurreccional o Tercerista (TI). La TI sostuvo la idea de la vía armada con centro en las ciudades para tomar el poder y pensaban que los trabajadores urbanos y rurales y el campesinado presentaban profundas debilidades para constituirse como sujetos revolucionarios, condición que los llevó a potenciar una mayor incorporación de la pequeña burguesía.

La reunificación del Frente Sandinista en marzo de 1979, la masiva participación en la insurrección final producto sobre todo de la violenta represión, el deterioro de la situación nacional e internacional del gobierno de Somoza y la formación de una alianza multiclasista favorecieron el desenlace final.

El FSLN emite en su comunicado; “El F.S.L.N.-G.P.P., el F.S.L.N.-PROLETARIO-, y el Estado Mayor de la Resistencia Urbana-F.S.L.N.-INSURRECCIONAL-, hemos decidido unir nuestras fuerzas políticas y militares para garantizar que la lucha heroica de nuestro pueblo no sea burlada por las maniobras del imperialismo yanqui y los sectores vende patria de la burguesía local. Uniremos nuestras fuerzas para impulsar la lucha armada revolucionaria hasta que la Dictadura Militar Somocista sea definitivamente derrocada y se instaure en nuestra patria un régimen auténticamente democrático que garantice la soberanía nacional y el progreso socio-económico de nuestro pueblo trabajador. La Unidad Sandinista que hoy nos comprometemos a reforzar cada día más, será la indiscutible garantía de la victoria popular”.

A 44 años del derrocamiento de la dictadura somocista el FSLN continúa siendo la vanguardia del pueblo, manteniendo el ideario de Sandino y de los miles de héroes y mártires que hicieron posible esta revolución de amor, de justicia social y progreso que impulsa el Cmdte. Daniel Ortega, por medio de políticas, estrategias y acciones transformadoras orientadas al crecimiento económico y el bienestar de las familias nicaragüenses manifestadas en derechos como la salud, la educación, la consolidación de bienes y servicios público, el desarrollo de la Costa Caribe, desarrollar el talento humano, avanzar en la igualdad y equidad de género, la juventud siendo eje central, así como impulsar la economía creativa para una mejor producción.

 

 


 

 

 

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