El que traiciona una vez, traiciona siempre


Por: Pablo Cáseres

El 22 de enero de 1967, por las diferentes calles de managua rondaba la muerte, las patrullas de la guardia nacional somocista se movían por todos lados con sus garand listos para disparar contra cualquier grupo de jóvenes en cualquier esquina, que, a criterio de cualquier miembro de la patrulla, pareciera opositor. Ese 22 de enero de 1967 es una fecha que los Nicaragüenses recordamos aún, el 5 de febrero se planificaba un proceso electoral que tenía como protagonistas:   Al somocismo, el partido de Somoza, el Partido Liberal Nacionalista tenía como candidato al propio jefe de la Guardia Nacional[1], Anastasio Somoza Debayle, cuyo soporte principal era la propia Guardia. El otro protagonista era la llamada Unión Nacional Opositora, (UNO) formada por 5 partidos políticos que no significaban ningún peligro a los planes del somocismo.

Estos partidos eran:

1.     el Partido Conservador de Nicaragua (PCN),

2.     el Partido Liberal Independiente (PLI),

3.     el Partido Social Cristiano (PSC),

4.     el Partido Socialista Nicaragüense (PSN) y

5.     el Partido Comunista de Nicaragua (PC de N),

Esta coalición tenía a Fernando Agüero Rocha[2] a la cabeza y Pedro Joaquín Chamorro Cardenal[3] como jefe de campaña, no había nadie más, la fuerza revolucionaria el Frente Sandinista de Liberación Nacional, estaba fuera de la vida política nacional institucional y por consiguiente también el pueblo pobre del país.

Todo estaba previsto, Somoza ganaría las elecciones en un fraude que estaba acostumbrado realizar, esta vez con la complicidad de Agüero y Chamorro, quienes de manera secreta se habían puesto de acuerdo con el partido somocista a cambio de unos cargos en el gobierno. Con esta situación a la vista en noviembre de 1966 el Frente Sandinista de Liberación Nacional, lanzó una proclama política cuya consigna era: “¡Sandino si, Somoza No!”, Firmada por reconocidos militantes de la Dirección Nacional, Carlos Fonseca, Silvio Mayorga, Rigoberto Cruz (Pablo Úbeda), Oscar Turcios y Conchita Alday (Doris Tijerino), en dicha proclama se definía al proceso electoral venidero como una farsa más del gobierno de Somoza llamando a optar por la lucha armada como vía para el derrocamiento del somocismo y la construcción de una patria diferente, se descubría la maniobra del somocismo, que pretendía fortalecer sus estructuras de poder, con la complicidad de la pseudo oposición, que había observado el asesinato el 25 de noviembre del año 1966 del joven anti somocista Silvio Parodi Basset en una calle del Barrio San Sebastián en Managua, como parte de los normales enfrentamientos contra el somocismo.

La dirección del movimiento revolucionario, representado por el Frente Sandinista, analizó la situación y se dispuso a presentar al pueblo de Nicaragua la verdadera y única opción revolucionaria, los principales dirigentes de la ciudad fueron destinados a la montaña[4] a organizar una opción armada que se presentara como alternativa contra la traición al propio pueblo, que organizaba el somocismo y la aristocracia del país.

Para esa jornada, Somoza destinó fuerzas y medios del ejército y en conjunto con los jueces de mesta arremetió contra el campamento guerrillero que se organizaba al mando de Silvio Mayorga, miembro de la Dirección Nacional del movimiento revolucionario.

El domingo 22 de enero del 67, la oposición de Agüero y Chamorro, llamaron a través de la radio opositora “La Corporación y del Diario “La Prensa” del propio jefe de campaña de la UNO, a una concentración masiva y nacional en la llamada plaza de la república, en ella tomaría la palabra el principal líder de dicha oposición, Fernando Agüero Rocha, de manera silenciosa se filtraba a los lideres cercanos a ellos en los departamentos que “algo podía pasar” para referirse a que la concentración culminaría con una manifestación popular para presionar al estado mayor de la guardia, quienes obligarían a Somoza a renunciar, permitiendo que Agüero y Chamorro, tomaran el poder. Aproximadamente a las 5 de la tarde Chamorro instó a la muchedumbre a marchar hacia la Casa Presidencial de la Loma de Tiscapa, y presionar a la Guardia Nacional, para concretar sus ilusos planes.

Este sueño ingenuo de la derecha nicaragüense no funcionó, esa fecha 22 de enero de 1967 Somoza al mando de la guardia fiel, consumó una espantosa carnicería contra la manifestación opositora. Aún no se conoce con certeza el número de muertos, las calles aledañas a la plaza y a las principales avenidas de la ciudad se llenaron de cadáveres, gran parte de ellos campesinos traídos de las haciendas de los conservadores engañados por sus patrones, ante tal matanza Carlos Fonseca secretario general del FSLN manifestó:

“Esta farsa estuvo precedida por una feroz represión en la ciudad de Managua el 22 de enero, por culpa del tirano de turno como de sus cómplices en la oposición burguesa Fernando Agüero y Pedro Joaquín Chamorro”.

La represión de Somoza fue una desmedida repuesta que duró varios días, en las diferentes redadas fueron detenidos:

1.     Pedro Joaquín Chamorro

2.     Herty Lewites[5].

3.     Edén Pastora.

4.     Carlos Guadamuz Portillo

5.     Samuel Santos López.

6.     Los hermanos Sergio y Danilo Aguirre Solís.

7.     Otros 23 líderes de la UNO.

Ellos fueron detenidos y presos en la cárcel El Hormiguero. ​Agüero, en cambio, pudo continuar en campaña.

Los responsables de la marcha corrieron como cobardes que son y que continúan siendo a refugiarse al gran Hotel, donde llamarón al embajador de los Estados Unidos, y al Obispo de Managua para que intercedieran por ellos y en una actitud vergonzosa pactaron con los asesinos del pueblo cuya sangre aún estaba caliente en las calles de la capital.

De este pacto ente Somoza y Agüero con Chamorro. se obtuvo:

1.     No se iba a exigir justicia para los masacrados[6].

2.     No se perseguiría a la oposición burguesa.

3.     Habría amnistía para los dirigentes políticos de la pseudo oposición.

4.     Las elecciones se realizarían en la fecha prevista, el cinco de febrero. 

5.     Los eventos del 22 de enero deberían ser olvidados. 

Se había consumado una espantosa traición de parte de los llamados “opositores”, definiéndose como traidores al pueblo, Agüero posteriormente pacto con Somoza en un evento que se dio en llamar el “Kupia Kimi[7]” en el cual un triunvirato gobernaría el país, dos del partido liberal leales a Somoza y un conservador que no tenía mayor influencia, y junto con ellos algunos cargos de ministros y embajadores en el servicio exterior, así culminaría todo olvidando la sangre de los pobres manipulados en la aventura conservadora de Agüero y Chamorro, en otras palabras una traición al pueblo.

Quince días después, el domingo 5 de febrero de 1967, los nicaragüenses acudieron a las urnas y votaron el general Anastasio Tachito Somoza Debayle (del oficialista Partido Liberal Nacionalista, PLN) obtuvo un rotundo triunfo en un descomunal fraude, y perdió Fernando Agüero Rocha. Somoza asumió el poder el 1 de mayo de 1967, el 4 de marzo de 1971 el congreso dicto una amnistía general que benefició a los presos capturados durante los hechos, El 28 de marzo de 1971 Agüero firmó un pacto con Somoza en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío (Kupia Kumi) para ser miembro de la Junta Nacional de Gobierno en el periodo del 1 de mayo de 1972 al 1 de diciembre de 1974 y permitir la reelección de Tacho para su segundo periodo en la presidencia, fue considerado un traidor por un sector de su partido, ​ en 1973 renunció a la JNG sustituyéndolo Edmundo Paguaga Irías, se auto exilió y reapareció como asesor de la contra revolución en Sapoa, firmando el cese al fuego el 23 de marzo de 1988.

A 54 años de la masacre de 22 de enero de 1967 es importante no olvidar estos eventos de la historia que nos expresan que no debemos esperar nada de la oligarquía y traidores al servicio de la embajada norteamericana.

¡Nunca más un 22 de enero!



[1] Cuerpo castrense al servicio de la familia de Anastasio y Luis Somoza Debayle.

[2] Convertido en un líder opositor, aprovechando el cansancio popular frente a las políticas somocistas.

[3] Dueño del principal diario de seudo oposición y representante de la alta aristocracia granadina.

[4] Conocida como la jornada heroica de Pancasán.

[5] Posteriormente alcalde de Managua.

[6] Ni siquiera el derecho a enterrar los cadáveres y conocer sus nombres.

[7] Que en el idioma miskitu quiere decir “Un solo Corazón”

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