¿Quiénes y por qué han migrado en Nicaragua?
Desde la
Prehistoria hasta la Revolución Industrial, y desde las formas de vida primitivas
hasta la aparición del sedentarismo; las migraciones han caracterizado la
evolución permanente de la humanidad. Este fenómeno multidimensional alberga en
su conjunto una serie de factores históricamente determinantes en las
relaciones interestatales (Muñoz, 2020), tanto, que impregnan a cada uno de sus
actores un carácter reaccionario y cuasi-divergente frente a la trascendencia
que impone tal complejidad.
En las últimas
décadas, la incidencia del flujo migratorio ha protagonizado gran parte de una
agenda mediática que parece desvanecerse en aras de su materialización. Lo
cierto es, que en la actualidad, las implicaciones de la pandemia de la
COVID-19 en la economía global han abonado a la profundización de este
fenómeno, que en ciertas regiones del mundo representa una crisis humanitaria,
como es el caso de la frontera entre Europa y África.
En
el año 2020 más de 100 millones de
africanos estaban en situación de crisis, emergencia o catástrofe
alimentaria. El problema migratorio se debe comprender como un problema
estructural, es el reflejo de la desigualdad mundial que enfrenta la humanidad,
mientras exista desigualdad habrá flujos migratorios, esto además explica por
qué los países desarrollados son los grandes receptores de migrantes,
originarios de los países empobrecidos.
El Informe sobre
las Migraciones en el Mundo presentado por la Organización Internacional de
Migraciones (OIM), estima que en la actualidad existen cerca de 272 millones de
migrantes internacionales (3,5% de la población mundial), y que casi 2 tercios
de ellos, son migrantes laborales residentes en países con altos ingresos
económicos (2020, p. 20).
Siguiendo tales
tendencias, y en consonancia con datos estadísticos del Departamento de Asuntos
Económicos y Sociales (DAES) de la ONU; América del Norte, y particularmente Estados
Unidos, constituye el principal receptor de flujos migratorios en el mundo,
albergando alrededor de 50 millones de migrantes internacionales hasta el año
2020 (OIM, 2020 citado en ONU DAES, 2020).
Sin embargo, la
falta de abordaje integral y la inflexibilidad de las vías legales para la
circulación segura y ordenada de los migrantes, ha caracterizado a las
autoridades estadounidenses (Muñoz, 2020), al optar por ejercer altos niveles
de coerción y financiación no-humanitaria, como el Plan Mérida en el 2008, “Quédate
en México, 2021” y el aumento de presupuesto a los Protocolos de Protección de
Migrantes que solo han aumentado las arcas de quienes administran esos
recursos, considerándose en ese sentido como estrategias paliativas y
distractoras que no solucionan el problema de fondo, ya que ello implica cambios
institucionales y visiones políticas diferentes en determinados países de la
región (Honduras, Salvador, Guatemala y México) por ser quienes encabezan las
estadísticas de mayores flujos migratorios irregulares hacia el norte.
“Chasing a dream
(persiguiendo un sueño)…” se ha convertido en un precepto redundante e
idealista, aunque esto suponga entregar la vida en el intento; pero, ¿podrán existir esas condiciones en un
país que posee: altos niveles de pobreza y escaso acceso a servicios públicos
gratuitos (como la educación y la salud)?, en el año 2021 casi 40 millones de
estadounidenses vivían en situación de pobreza. Evidentemente es la gran
paradoja que contradice el espejismo de una vida plena para quien llegue como
inmigrante ilegal.
Algunas
cifras de migrantes centroamericanos y nicaragüenses.
Las últimas estadísticas publicadas por el sitio web de “Homeland Security” de Estados Unidos,
revela en sus estimaciones sobre la población migrante no autorizada entre
2015-2018 que reside en el país de forma ilegal, entre los 10 principales
países de nacimiento de inmigrantes se encuentran los 3 países centroamericanos
del triángulo norte.
Población de inmigrantes no
autorizados estimada en los 5
principales países de nacimiento: 2015-2018*
Esto evidencia que
los mayores flujos migratorios se concentran en dichos países, sin embargo,
otro de los indicadores que generalmente se usan para de determinar la
variación de migrantes irregulares que llegan a ese país es el número de
deportaciones de extranjeros, sin embargo, en esta lista se incluyen 3 tipos de
formas de deportación, ya sea por investigaciones de la seguridad Nacional, por
delitos penales y por detenciones en la zona fronteriza sur-oeste del país.
La cantidad de
nicaragüenses detenidos en la zona fronteriza sur, si bien refleja un aumento
en comparación a los años anteriores al 2019, no es equiparable a la de los
demás países de la región centroamericana.
Del cuadro anterior
podemos inferir que la cantidad de nicaragüenses que salen del país de forma
irregular con destino a EE.UU, no puede ser considerado como una crisis
migratoria, ya que hablar de crisis implica otras condiciones más críticas de
las que se perciben hasta ahora en Nicaragua.
Uno de los últimos
artículos publicado por medios opositores al gobierno, explica que según
fuentes de las oficinas de migración en Costa Rica, España y EE.UU, la suma
total de Nicaragüenses que han salido del país entre el 2021 e inicios del 2022
por la situación de “represión” que se experimentaría en el territorio, oscila
entre 130 mil personas, esto sin explicar si han salido de manera irregular o
regular, sin embargo, si tomáramos estas cifras en comparación a la población
total de Nicaragua, 6,625, 000 millones, representa apenas un escaso 2% de la
población, de lo que se infiere que la gran mayoría decide quedarse.
Este 2% implica un
margen bastante moderado, en comparación a los años 1990 y 2000 cuando la
migración irregular y regular se disparó a cifras históricas, experimentándose
el mayor flujo migratorio de nicaragüenses en la historia moderna del país, el
10% de la población tuvo la necesidad de buscar nuevos horizontes en búsqueda
de mejores condiciones de vida.
Dicho escenario
toma una explicación centrada en la profundización de la desigualdad
estructural en el país tras la implementación del modelo neoliberal, el cual
despojó a las grandes mayorías de sus derechos y oportunidades, pues la visión
capitalista del modelo fragmentó la sociedad y penetró en el sistema laboral,
abaratando la mano de obra para las empresas privadas y reducir sus costos de
producción, dejando en desventaja a los trabajadores, además, la precarización
de la salud, la educación y el aumento del costo de vida obligaron a grandes
cantidades de nicaragüenses a abandonar sus familias.
El dato histórico
con mayor disposición a emigrar de los nicaragüenses se observa en el año 2004,
(69.6% con disposición a emigrar), etapa de la historia social y económica de
Nicaragua en la que recientemente el país había entrado a la lista de la
Iniciativa Países Pobres altamente Endeudados (HIPC), para la condonación de su
deuda externa, además hubo un incremento en los granos básicos, pese a que se
registró un aumento en la inversión directa, dinero que nunca se vio reflejado
en el gasto social, la pobreza rondaba en un 48%, según datos de la CEPAL
(2005) y
estudios del Consejo
Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos (2008). Sumado a ese
contexto, los estragos del huracán Mitch y el deslave del volcán Casita junto a
la mala gestión del gobierno en turno, propiciaron un entorno desfavorable y de
precarización para los nicaragüenses.
Actualmente la
disposición a migrar se mantiene en cifras moderadas, ya que 3 de cada 10
ciudadanos consideran emigrar. Esta reducción significativa, se explica también
por las condiciones que se han venido construyendo en el país, desde una
dimensión social y económica. En Nicaragua, la violencia, las pandillas, el
narcotráfico y la inseguridad alimentaria en general no se sitúan como las
principales problemáticas de la nación, mientras que las estrategias para
combatir la pobreza y la desigualdad se expresan en la disposición del gobierno
actual en dirigir el 57.1% del presupuesto en gastos sociales (2021).
¿Quiénes migran en Nicaragua?
La
mayoría de las personas que migran en Nicaragua son originarios del casco
urbano, una característica opuesta a los migrantes del triángulo norte, quienes
encabezan las estadísticas son provenientes de la zona rural, como es el caso
de Guatemala. Ante esta disposición se pueden generar algunos análisis de
fondo, el primero está vinculado al acceso a la tierra, casi el 50% de esta se
encuentra en manos de casi el 1% de la población, lo que explica una desigualdad estructural y un problema
para los campesinos que además son mayoritariamente indígenas, ubicándose en
una situación de desventaja e inseguridad alimentaria al no poder cultivar sus
alimentos, (UNICEF, 2017).
En
relación al sexo y edad, la población nicaragüense migrante se encuentra en
cifras similares, es decir que migran en cantidades similares hombres y
mujeres, mientras que en países centroamericanos se ha observado un mayor flujo
de hombres migrantes, respecto a la edad, en Nicaragua migra un sector muy
joven oscilando entre los 15 y 49 años, asociados a una población
económicamente activa. Además la mayoría de estos migrantes tienen a su cargo
más de 2 hijos.
Otra de las características principales en los flujos
migratorios, es que generalmente esta se debe a una “Migración estacionaria o
temporal”, asociada con las jornadas laborales por determinados periodos,
usualmente cuando existen cortes de cosechas en el país vecino de Costa Rica,
también se denominan estacionarias cuando su duración en el país receptor no
trasciende más de los 7 meses para regresar al país de origen, además se asocia
a los encuentros familiares en determinadas fechas. Esto perfila al nicaragüense
como un “migrante económico”, busca mejorar su nivel
de vida, y resulta importante destacarlo, porque se distingue del de “refugiado
o asilado” que es aquel que huye por persecución o violencia generalizada como
es el caso de los salvadoreños y hondureños que buscan un escape de las Maras.
Otro de los datos interesantes, es que del total de
emigrantes centroamericanos
que llega a EE.UU, los nicaragüenses son los que tienen mayores niveles de
educación, en promedio tienen de 12 a 10 años de estudios (secundaria-universidad),
por ende son los que ocupan mejores puestos de trabajo, constituyéndose en mano
de obra cualificada a bajo costo para el capital. (Este fenómeno amerita un
mayor desarrollo a nivel dialéctico y marxista, pues pareciera que es la
población inmigrante la que auxilia a esta nación a salir de sus crisis
económicas, como si existiera una especie de necesidad por los inmigrantes, al
ser una clase explotada por su condición migratoria, carecen de derechos).
-¿Por qué han migrado los nicaragüenses en los últimos
años?
Efectivamente en
Nicaragua existe un flujo migratorio hacia el exterior, siendo los 3
principales destinos, EE.UU, Costa Rica y España, en orden de preferencia. En
los últimos años se han experimentado aumentos relativos, reflejado en la
disposición a emigrar que manifiestan los nicaragüenses a través del Sistema de
Monitoreo de M&R.
Los principales
factores que se pueden señalar en este análisis fácilmente se vinculan a la
desestabilización económica que ha enfrentado el país desde el año 2018.
-Intento
de golpe de Estado en 2018:
Sin inmiscuirnos demasiado en el contexto, los principales afectados fueron los
trabajadores que a su vez constituyen el núcleo de la economía nacional a
través de la dinámica familiar de consumo. Según el Banco Nacional, la
economía nicaragüense se contrajo en un 4%, perdiendo casi 158 mil empleos
formales, cuando en diciembre del 2017 Nicaragua había registrado el pico más
alto de inscritos en la seguridad social, en la historia del país.
-Pandemia-Covid-19: A nivel global, el
Banco Mundial avizoró para el año 2020 una contracción de la economía mundial
de 8%, a causa de la crisis sanitaria por el cierre de fronteras, el
confinamiento y la disminución de la producción en las fábricas de países
desarrollados como consecuencia de los bajos niveles de demanda, lo que incluso
provocó el desplome del precio del petróleo a cifras históricas, 37.63 el
barril.
Nicaragua al ser un
país dependiente del comercio y las lógicas internacionales de la economía, se
ha visto afectada por esta crisis internacional, ya que al reducirse la
producción a gran escala, Nicaragua perdió el mercado de sus materias primas,
afectando de manera significativa la economía interna del país. Sin embargo, es
importante destacar que pese a estas fluctuaciones, en el 2021 se logró
enderezar la economía tras haber recuperado las exportaciones, pese a este
esfuerzo, los estragos provocados a la economía nacional en el 2018 no han sido
totalmente superados. Estas circunstancias internas y externas, desde un
análisis macro han influido en el índice de flujos migratorios de los últimos
años.
-Política de Flexibilización para inmigrantes
nicaragüenses en la frontera sur de EE.UU: Por último y no menos importante, se
puede señalar la existencia de una política de flexibilización de la frontera
estadounidense selectiva, esto significa que existe una preferencia para los
migrantes ilegales originarios de Nicaragua, a quienes se les permite ingresar
al país si se entregan a la policía fronteriza, para luego ser procesados y
determinar posteriormente su estatus migratorio[1], tal
y como ocurría con los cubanos que llegaban a Miami en balsas, a quienes se les
aplicaba la política especial de “pies secos, pies mojados”.
La flexibilización
de la política migratoria se convierte en una estrategia de presión externa
para influenciar e incidir en quienes aspiran a migrar, puesto que miran en
esta acción una oportunidad real de alcanzar un mejor nivel de vida, que se
mezcla con una coyuntura específica que tiene su hilo conductor en el 2018,
quedando de esta forma las necesidades económicas de quienes migran,
supeditadas a un discurso politizado, puesto que se asume a nivel discursivo y
mediático que quienes han salido del país se debe a un “estado represivo”,
cuando en realidad este discurso fomenta esa migración para justificarse a si
mismo.
Esta condición que
se apropia de un velo ideológico y político, también ha profundizado un
espejismo mental, alimentado por la propaganda difundida en las redes sociales
por los “coyotes” o traficantes de personas, ofreciendo sus servicios con
diferentes tarifas de costos elevadas para llevar a los migrantes hasta la
frontera entre México y EE.UU, es en ese estado de ilusión en el que muchos han
arriesgado su vida, se han enfrentado a situaciones de riesgo como robos,
violaciones, extorciones, secuestros y estafas.
Realizada esta explicación a groso modo, es importante señalar que la migración en Nicaragua históricamente ha estado marcada por factores socioeconómicos, en la actualidad, pese a los esfuerzos de medios opositores por manipular la información sobre las principales causas de los nicaragüenses que migran ("represión, persecución, dictadura"), los elementos de análisis nos orientan que el origen de la tendencia en los flujos migratorios se encuentra en el Intento de Golpe de Estado en 2018. La mayor afectación se evidenció en la economía nacional, repercutiendo de manera directa en los hogares nicaragüenses, aumento la salida del país en años posteriores. Por otro lado, el aumento relativo de migrantes en los últimos años, no es equiparable a una crisis migratoria como la experiencia de los países vecinos del triángulo norte, pese a esto, es importante dejar por sentado que esta variación en podría significar un síntoma de flujos migratorios más significativos, en donde el Estado debería intervenir.
Referencias
Muñoz, J. (21 de
mayo de 2020). Migración y Pandemia: deconstruyendo el “Sueño Americano”. https://palestrapolitica.blogspot.com/2020/05/migracion-y-pandemia-deconstruyendo-el.html?m=1
Organización
Internacional para las Migraciones (2020). Informe sobre las Migraciones en
el Mundo 2020. Estudios globales, Editorial OIM. https://publications.iom.int/es/books/informe-sobre-las-migraciones-en-el-mundo-2020
Organización
Internacional para las Migraciones (2020). Datos migratorios en América del
Norte. https://www.migrationdataportal.org/es/regional-data-overview/datos-migratorios-en-América-del-Norte
Portal de migración, USA. https://www.migrationdataportal.org/es/dashboard/compare-indicators?c=558&i=9811&i=9810&r=19&s=13&t=1995_2020
Datos
de migración en América Latina: https://www.migrationdataportal.org/es/regional-data-overview/datos-migratorios-en-america-del-sur#:~:text=Los%20migrantes%20intrarregionales%20han%20tenido,los%20pa%C3%ADses%20andinos%20y%20Paraguay.
Derecho Internacional sobre Migraciones, Glosario sobre
Migración, OIM, 2006.
Datos
de la migración en Nicaragua, OIM: https://www.ecampus.iom.int/pluginfile.php/10818/block_html/content/Nicaragua%20.pdf
Estadísticas
de inmigración en EE.UU, 2019, https://www.dhs.gov/sites/default/files/publications/immigration-statistics/yearbook/2019/enforcement_actions_2019.pdf
Sistema de Monitoreo de Opinión Pública, SISMO Edición
67, M&R Consultores, Enero 2022.
[1] Estas afirmaciones
son producto de entrevistas y sondeos realizados a nicaragüenses que han
ingresado a EE.UU. de forma irregular en los últimos meses.
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