Nos falta la segunda y definitiva independencia
*Hazell Calero*
Por
ilusorio que parezca, a pesar de que transitamos ya la tercera década del siglo
XXI vemos con pesar como cosa cotidiana que las expresiones colonialistas no
han desaparecido, a pesar de que ya han transcurrido mas de 200 años del primer
grito de independencia en la región y 200 años exactos en Centroamérica, esta vez
no son los barbaros montados en carabelas, es el imperio del capital, los
monopolios privados como una de sus principales extensiones, el ONG´sismo
financiado desde el extranjero que pretenden desplazar a nuestros Estados e
imponernos sus visiones e intereses, un orden que a como lo afirma Rafael
Correa[1],
no solo es inmoral sino injusto donde todo esta a conveniencia del más fuerte.
En
estos 200 años de independencia debemos empezar a corregir errores y hacer que
nuestros esfuerzos sean reales desde las realidades de nuestros pueblos, para
hacer de América Latina y el Caribe un espacio de mujeres y hombres libres,
debemos empezar a ver la integración regional como uno de los aspectos más
importantes, como única forma de resistir y liberarnos del imperio del capital,
separados será el imperio quien seguirá imponiendo sus condiciones, unidos
serán nuestros pueblos quienes impongan las condiciones al capital.
Desde
hace unos años los pueblos más golpeados han denunciado las formas de
neocolonialismo, entre algunas de estas formas destaca aquel texto que solo
sirvió para justificar las intervenciones norteamericanos en nuestra región, el
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca bajo este tratado vimos
intervenciones de Estados Unidos como a de Guatemala en 1954, Cuba 1962, Panamá
1964 y República Dominicana en 1965-66, por mencionar algunas. Sin olvidarnos
de cuantas intervenciones Estados Unidos ha hecho en Nicaragua en 1854, 1894,
1926 que, aunque no bajo el TIAR no dejan de ser muestras de imposición y
colonialismo descarado.
Muchas
de estas formas de neocolonialismo debemos cuestionárselas a la OEA[2]
que, parafraseando a Fidel Castro, bien podría llamársele el “Ministerio de las
Colonias”. La OEA el día de hoy cuenta con un sistema de inconsistencias,
incoherencias, y doble moral, ¿para que sirve la OEA si permite un descarado
colonialismo e injerencismo en nuestros pueblos?, Cuba, Venezuela, Nicaragua y
el reciente golpe de Estado en Bolivia, acto por el cual la OEA debería pedir
perdón a nuestra región y su esbirro Luis Almagro debería renunciar y salir por
la puerta trasera como lo hacen todos los traidores. La pregunta aquí no es si
la OEA debe ser reemplazada, sino mas bien ¿cómo América Latina la ha soportado
tanto?, cuál es el rol de la OEA cuando no solo permite, sino que tiene su sede
en el país del criminal bloqueo a Cuba, que rompe toda la carta fundacional de
la OEA, el Derecho Internacional y los Derechos Humanos.
Pese
a la arremetida que hemos tenido en los últimos años, allí están nuestros
pueblos, allí está Cuba, la invicta, resistiendo, enseñándole al mundo cómo un
pequeño país puede producir conocimiento, puede producir vacunas para salvar
vidas y no para generar divisas, allí está Venezuela resistiendo, allí está
Bolivia que después de ese salvaje golpe de Estado ¿qué respuesta le dio a
Almagro, a la CIA, a toda la gente que buscaba retrasar a Bolivia, a seguir
oprimiendo al pueblo boliviano?
La
segunda y definitiva independencia debe ser superar la pobreza, la desigualdad
y el retraso con dignidad, soberanía, pluriculturalidad, interculturalidad y
plurinacionalidad, respetando nuestras culturas ancestrales, respetando a
nuestros pueblos originarios, pero también logrando esa prosperidad que todos
soñamos, que todos merecemos. Es la hora de alcanzar nuestra segunda y
verdadera independencia, sin la influencia de poderes hegemónicos, sin la
presencia del ONG´sismo ilegitimo y librando las batallas contra el poder
mediático desmontando cada día las mentiras, insultos e infamias en contra de
nuestros pueblos.
En
estos días de fiestas patrias, fiestas del bicentenario de Centroamérica es
menester recordar aquel poema de Fernando Gordillo que le dedicará a Andrés
Castro:
Andrés
Tu
piedra es mi esperanza.
Ha
pasado un siglo y ya lo ves,
Todo
lo mismo.
Puede
más el oro que la sangre.
Toda
tu tierra, Andrés.
Desde
los lagos del coco,
desde
el cabo hasta el San Juan.
Es
una sola lagrima donde la Patria llora
lanza
la piedra.
¡Lánzala!
A
un siglo de distancia, el enemigo,
es
el mismo.
[1] Rafael Correa: Expresidente
de Ecuador 2007-2017.
[2] OEA: La Organización de los Estados Americanos
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