LECCIONES DE PANCASAN
Edelberto Matus*
La gesta heroica
sandinista de Pancasán, prácticamente fue el último gran esfuerzo del FSLN de
crear y sostener un movimiento guerrillero robusto y unificado en nuestras
montañas acorde a los postulados del llamado (peyorativamente por sus
detractores), " foquismo", que en realidad fue una doctrina
guerrillera que en otras realidades, por ejemplo en Cuba, cosechó enormes
victorias.
Sin embargo, en
octubre de ese mismo 1967, con la derrota militar de la guerrilla del Ché en
Bolivia, tal doctrina mostraría su obsolescencia por las condiciones
históricas, políticas, militares y tecnológicas de una nueva era, a la que los
revolucionarios debían de enfrentarse y adecuarse para seguir luchando contra
el sistema.
En Nicaragua, la
ciudad, la periferia urbana y las fronteras, irían alcanzando mayor importancia
como escenario de la lucha clandestina, que pocos años más tarde fue
evolucionando hacia otros planteamientos teóricos y prácticos de la guerra de
guerrillas, (que exigían amplias alianzas con otros sectores patrióticos y
apoyo internacional), profundizándose -desafortunadamente-la división interna
del FSLN.
La muerte en
combate urbano del comandante Julio Buitrago, el poeta- guerrillero Leonel
Rugama, los miembros de la DN caídos en Nandaime y sus compañeros, y el asalto
exitoso a la casa de Chema Castillo, lograron un impacto mediático enorme que
caló hondo y para bien del Frente en el pueblo nicaragüense y a lo interno de
la organización, mostró un camino diferente que no conducía a las profundidades
de las montañas.
El comandante
Carlos Fonseca y otros dirigentes del FSLN, en su momento lograron sintetizar
la dolorosa experiencia y sacar las lecciones pertinentes de la derrota militar
de Raití y Bocay y siempre usando el método marxista, hicieron lo propio con
las lecciones de la gesta de Pancasán, logrando en ambas ocasiones dar el salto
cualitativo necesario para acercarnos a la victoria sobre la dictadura
somocista, aunque por la inmadurez y/o
ambiciones personales de algunos dirigentes de entonces, no se pudo
lograr en completa unidad.
La división en
tendencias, que arranca en el primer tercio de la década del 70, hizo que
algunos compañeros persistieran en la lucha en la montaña, donde
valiosísimos compañeros morirían
enfrentando dificultades ya vividas en Pancasán y dónde el enemigo usaría
tácticas modernas de exterminio y aislamientos del núcleo guerrillero,
aprendidas en las escuelas de contrainsurgencia gringas que para entonces
contaban con enorme experiencia acumulada en las intervenciones imperialistas
alrededor del mundo.
El mito sustituyó
a la realidad objetiva y pese al enorme peso moral que la guerrilla selvática y
sus heroicos combatientes significaron para todo el FSLN y el pueblo
nicaragüense, su efectividad desde el punto de vista militar era muy reducido.
Allá en la montaña, la guerrilla (como en Pancasan en el 67), estaba a la defensiva.
No obstante,
hombres como el comandante Daniel Ortega, que sí habían entendido las lecciones
de Pancasán, lograron llevar la lucha guerrillera a campos y ciudades,
atendiendo nuevas estrategias y tácticas comprendidas en la doctrina de la
lucha insurreccional, que al final y con la participación y unidad de las otras
tendencias, lograron el gran triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
HONOR Y GLORIA A
LOS HÉROES Y MÁRTIRES DE PANCASAN!!!
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