Lo que se nos viene
Por: Serapio Morazán*
La
gota que derramó el vaso o, mejor dicho, lo que hizo tomar la decisión final a
la empresa privada para volcarse con todo en apoyo a la conspiración para
tumbar el gobierno, fue la propuesta de ley de justicia tributaria. No cabe
duda de que tocar los intereses de esta maldita casta criminal, es suficiente
para que se dediquen en cuerpo y alma a tratar de botar el gobierno del
socialismo democrático. La que hizo que la embajada se sumara fue la apertura
de relaciones diplomáticas con China, su principal enemigo.
Honduras
debe ser uno de los pocos países del mundo donde las mayores empresas no pagan
impuestos. Cualquier empresario en el mundo se sorprendería de esto. En
Dinamarca, por ejemplo, los impuestos a la gente común se acercan al 50% del
ingreso. A cambio, reciben del estado todos los servicios que se pueden
imaginar. Por eso los países nórdicos, en general, son considerados los más
adelantados en desarrollo humano y el tipo ideal del estado bienestar.
Los
compinches del reo de Nueva York han venido desarrollando sus tramas golpistas,
reuniéndose con la mafia en Miami, donde han confluido otras rancias extirpes
de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Dolidos todos por perder sus privilegios casi
eternos, se juntan para avanzar sus planes contra los proyectos progresistas y
nacionalistas en sus países.
En
Honduras, los últimos meses somos testigos, medianamente pasivos de una
conspiración en marcha en la que se expone una matriz narrativa que se intenta
fijar en el imaginario colectivo de la población. No necesitamos ser muy
inteligentes para leer los diferentes actos de esta trama maquiavélica que
acecha y está lista para materializar sus más oscuros propósitos.
Son
al menos cinco o seis elementos articulados en una sola estrategia: 1.El shock
y la conmoción con hechos extremadamente crueles, que, con lujo de sadismo,
buscan infundir temor, pánico colectivo, ansiedad y estrés, como forma de
debilitar cualquier pensamiento o resistencia contra el modelo y generar malestar
general en la población. 2.Fijar la idea de que lo que pasa se debe a la
incapacidad del gobierno para controlar la violencia, el crimen, el
narcotráfico. Por eso se vende a diario y de forma masiva el ejemplo del vecino
facho de quien se debe copiar su exitosa campaña.
3.
Esta gran ingobernabilidad nos puede llevar a un caos peor de lo que ya estamos
viviendo. Es necesario recuperar la capacidad del estado de defenderse e
imponer el orden que este gobierno perdió hace tiempo. 4. Se requiere de un amplio
diálogo para encontrar un consenso que proponga soluciones que no son de un
solo partido, porque este ya demostró que es incapaz. 5. Este consenso pasa por
establecer las responsabilidades por este caos al que hemos llegado, lo que
necesariamente pasa por activar el juicio político, siguiendo el guion que ya
se usó en varios países de América Latina con resultados graves en algunos de
ellos.
La
etapa del plan en que estamos nos lleva a la escalada de la violencia. La
conmoción provocada por el monstruoso acto en la cárcel de mujeres no tiene
comparación. Aunque asistimos con estupor al espantoso incendio provocado en la
cárcel de Comayagua hace unos años con resultados mucho más graves, los
espantosos videos de mujeres asesinando con sadismo a sus congéneres no tiene
comparación. Lo peor de vivir en medio de esta violencia criminal es que nos
acostumbramos y nos volvemos insensibles. Vemos señales que nos indican que
esto solo es parte de un guion que aún está lejos de terminar. Intuimos que lo
peor está por venir.
Se
busca con esto, provocar reacciones que van desde las simples críticas, hasta
las violentas expresiones en las calles. Su propósito último: deslegitimar al
gobierno y hacerlo caer sin que cumpla el plazo para el cual fue electo.
Este
contexto se ha venido construyendo pacientemente desde un cuarto de guerra en
el que un grupo de expertos internacionales civiles y militares con
especialidades diversas, politólogos, psicólogos de masas, psiquiatras,
sociólogos, comunicaciones, sistemas, actúan alimentando centenares de
variables con un número mayor de fuentes de información a todo nivel de la
sociedad utilizando software y matrices que definen la ruta a la cual debe
responder la estrategia, midiendo las reacciones en tiempo real. No es casual que
una de las más grandes embajadas se construye en Tegucigalpa. Se dice que
albergará cinco mil empleados. No es un secreto la importancia geopolítica de
nuestro país, especialmente en el contexto del surgimiento de un orden
multipolar y la pérdida de hegemonía del país del norte.
Las
“revoluciones de colores” o los “golpes blandos” son parte de la caja de
herramientas que se aplican a países que impulsan procesos soberanos, que
intentan decidir por sí mismos sobre relaciones exteriores, políticas, modelos
de desarrollo, política interna que se distancia de las recetas del FMI y BM.
Es obvio quien está detrás de esto. Podemos recordar escenarios similares en
diferentes países del mundo. Los títeres y el titiritero pueden distinguirse
nítidamente. El law fare ha sido usado con bastante éxito en Brasil, Argentina,
Paraguay, Ecuador, El Salvador, entre otros.
Creemos
que la opción que se están jugando va en dos estrategias complementarias. Ambas
persiguen el mismo objetivo: hacer caer el gobierno lo más pronto posible.
Llegar hasta las elecciones no es su camino, porque puede resultar incierto.
Por eso, van a continuar incrementando la etapa de conmoción y pavor, con mucho
más y cruel violencia. No hemos visto aún de lo que son capaces. Imaginen lo
que hicieron en Siria los come corazones. No creo estamos preparados para ver
eso. Si esto no funciona, en la caja de herramientas tienen muchas más. El
corralito es una de ellas. Este se ensayó a inicios de este año en un banco con
lecciones para todos. Otra también pude verla en vivo. Ocho tipos en
motocicletas detuvieron el tráfico en uno de los principales bulevares a la
hora pico. Lo único que usaron fue su moto, su cuerpo y unos fuegos
artificiales. Cuando vi su efectividad, pensé en lo que podrían hacer 10 o 20 equipos
como este en la ciudad. El diablo nunca duerme, piensa cada segundo como
dañarnos.
Una
vez se instale masivamente a través de los medios corporativos en la mente de
la gente la justificación para cambiar al gobierno, pasaremos al discurso del
diálogo y del consenso. Esta vez, la bancada de Libre, unida ficticiamente, se
romperá definitivamente. El extremadamente ambicioso capitalino, será la
estrella del show. Anhela la oportunidad para hacer el mismo espectáculo del
vecino. Por sus buenos servicios obtendrá a cambio una cuota aún más grande de
la que ya tiene y que será la llave para sus grandes aspiraciones.
La
segunda estrategia, si no funciona la primera, será la opción dura, aunque
matizada. Ya no quieren lidiar con los inconvenientes de un golpe militar
clásico. Entonces gestionarán con grandes posibilidades una Junta cívico
militar que gobernará un período de transición relativamente corto, para
preparar las elecciones donde el ungido será la estrella del gran y nuevo
performance.
La
persecución de los cuadros más politizados y progresistas de Libre estará a la
orden del día. No importa si no hay méritos, se los inventarán.
En
este complot no hay un plan como gobierno. Seguiremos improvisando. Cada uno
deberá establecer su propio plan B, porque el acoso, la cacería se desatará
recia. No importa si no has hecho más que trabajo comprometido, consciente de
la necesidad de un cambio. La consigna de los canes será la de sentar un
precedente para que nadie vuelva a atreverse a tocar a Dios con las manos sucias.
Me refiero al Dios que cuando preguntaron a Ramón Matta cómo hizo para escapar
de La Picota en 1986, dijo “Dios me abrió las puertas”. A ese Dios rinden
pleitesía los que planean dar el zarpazo a nuestro proceso.
Solo
la unidad -muy escasa en estos tiempos de terror- podrá salvarnos de lo que se
nos viene.
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