Migraciones y geopolítica, una mirada desde el contexto internacional
Inmigrantes caminan junto a una valla cerca de un campo de refugiados de Idomenia (Grecia) / EFE |
By Jonathan Flores M
Docente e investigador de la Universidad
Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN - Managua).
Migrar ha sido una de las primeras y más antiguas actividades que el ser
humano ha practicado. El hombre moderno tal y como lo hizo el hombre del
período paleolítico (hace dos mil quinientos millones de años) no ha descartado
la posibilidad de migrar o desplazarse de un lugar a otro en busca de mejores
condiciones de vida. Es probable que el hombre primitivo en su proceso
migratorio haya estado sometido a las inclemencias del clima y al asecho de las
fieras, sin embargo, el drama social de las migraciones modernas es más
complejo por la geografía política, el rol de los estados y la división
internacional del trabajo del sistema capitalista.
En ese sentido, el
estudio de las migraciones se puede hacer desde una perspectiva científica
amplia. En el artículo se intenta ofrecer a los lectores la perspectiva
geopolítica de las migraciones tomando en cuenta que los actuales procesos
migratorios globales se insertan en un contexto convulso, de crisis permanentes
y donde la división Norte-Sur del mundo refleja un desequilibrio social,
económico y político entre los países desarrollados y en vías de desarrollo,
por decirlo de un modo más claro nos referimos a la brecha de desigualdad entre
países ricos y países empobrecidos.
En la actualidad según
la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) el 3,6% de la población
mundial es migrante, eso corresponde a 281 millones de personas aproximadamente
que viven fuera de sus países de nacimiento. Aunque históricamente los flujos
migratorios han sido predominantemente conformados por hombres, hoy día la
feminización de las migraciones es creciente debido a la inserción directa de
la mano de obra de las mujeres en el sistema de producción capitalista.
Las migraciones no
son fenómenos espontáneos
Comprender las
migraciones más allá del drama social, significa vincular el fenómeno con
lógicas globales, como son la división global Norte- Sur, los conflictos
bélicos, los efectos desiguales del cambio climático, al igual que la
concentración y distribución desigual de la riqueza mundial.
Existen diversas teorías
que pueden darnos luz para comprender las razones estructurales que motivan los
flujos migratorios sobre todo de Sur a Norte, superando la postura que explican
los fenómenos migratorios como procesos espontáneos. Desde la Teoría de la
Dependencia se puede explicar las migraciones como un problema que resulta de
la organización del modelo económico imperante. La pobreza y el subdesarrollo son
la otra cara de los países prósperos y desarrollados. Las migraciones son
expresión del modelo centro-periferia, donde el centro está conformado por
países con economías avanzadas y la periferia compuesta por países con
economías débiles.
De este modo, las
migraciones procedentes de los países de la periferia son el resultado
explícito de modelo económico desigual que afecta a las regiones y sociedades
no desarrolladas, y que tradicionalmente están subordinadas a la producción de
materias primas para satisfacer las demandas de las economías centrales. Las
migraciones masivas hacia los países del centro encajan con rol de los países
empobrecidos de exportar mano de obra barata para satisfacer la demanda de la
producción global. La creencia arraigada de que el subdesarrollo es una etapa
previa para que los países alcancen el desarrollo queda descartada si se toma
en cuenta que existe una dependencia estructural, junto a factores externos e
internos que perpetúan una relación desigual entre países y sociedades.
La
instrumentalización política y mediática de las migraciones
Las migraciones son un
factor geopolítico que se relaciona no solo a la economía, sino a las propias
relaciones internacionales, es por ello que, las migraciones son un fenómeno
que trasciende a las propias decisiones locales. Los estados receptores de flujos
migratorios han colocado en el centro de la agenda pública la gestión de las
migraciones relacionándolo con la seguridad nacional, el equilibrio de la
economía, el carácter humanitario, sin destacar el rol que desempeñan la mano
de obra migrante que es atractiva para los grandes sectores económicos como son
la industria y servicios.
Los países desarrollados
que reciben poblaciones migrantes especialmente provenientes del sur global se
esfuerzan por colocar la migración como un problema sensible y mediático a lo
interno de sus sociedades, esto favorece la formulación de leyes globales de
inmigración que tienen por objetivo posicionar a las personas migrantes como
otros, mediante la extranjerización estigmatizada. Europa y Estados Unidos han
basado parte de su política exterior en las migraciones que ha dado lugar a la
militarización de fronteras y al mismo tiempo incidido en la política interna
de otros estados.
La hipermeidatización
del tema migratorio en los países desarrollados ha justificado todo un discurso
político que posiciona a estos países como salvaguardas de la humanidad y como
modelos a seguir por los países empobrecidos. Igualmente se ha asentado a la
idea de que las migraciones son producto del fracaso de los modelos políticos
de los países no desarrollados y no como resultado de la distribución desigual
de la riqueza global y de la subordinación de los países periféricos hacia las
políticas hegemónicas de los países del centro.
Dentro de los marcos
analíticos de la geopolítica de las migraciones, las llamadas crisis
migratorias son instrumentalizadas por los países desarrollados con fines
políticos, económicos en incluso militares.
El sueño americano
como ideología e instrumento político
Los flujos migratorios
también responden a un conjunto de estímulos discursivos y mediáticos que son
consumidos por las poblaciones de los países en vías de desarrollo. Las
migraciones de los países latinoamericanos hacia Estados Unidos son
influenciadas por el famoso “sueño americano”, un mito que se transmite de
generación en generación y es instalado en el imaginario social como expresión
de éxito, realización individual y familiar, sin embargo, existe toda una
narrativa ideológica del sueño americano que justifica el sacrificio corporal
de los migrantes con tal de alcanzar dicho éxito.
Estados Unidos ha
construido toda una ideología no solo del sueño americano, sino del derecho a
perseguir ese sueño. La propagación de esta idea se da mediante redes
internacionales y toda una parafernalia política de los diferentes órganos del
gobierno estadounidense incluyendo el poder mediático.
No es exagerada la idea
de que Estados Unidos históricamente ha sido un productor de crisis migratorias
vinculadas de manera directa a sus intereses nacionales y como factor
determinante de las relaciones con los países emisores de migrantes,
principalmente latinoamericanos. La imposición de guerras de agresión, las
políticas de endeudamiento, el neoliberalismo y la imposición de sanciones
unilaterales son parte de instrumentos externos que han estimulado los flujos
migratorios latinoamericanos.
En conclusión, se pueden
recapitular tres ideas esbozadas a lo largo del artículo, la primera es que las
migraciones son una actividad humana orientada hacia la búsqueda de mejores
formas de vida, todas las sociedades en algún momento de su historia han
protagonizado procesos migratorios, la diferencia es que en el siglo XXI las
migraciones responden a factores más complejos y son resultados de múltiples
crisis simultáneas y de carácter global, y no necesariamente locales como
predominantemente se ha pretendido explicarlas.
Como segunda idea, se
puede afirmar que las migraciones son el resultado del modelo económico
capitalista sustentado en la desigualdad estructural, este modelo necesita de
la mano de obra barata de los países periféricos o empobrecidos y por lo tanto,
para poder explotar esa fuerza de trabajo necesita hacerla circular en torno a
la figura de la migración irregular susceptible de ser explotada en los países
desarrollados o del centro. La migración irregular o controlada mediante
políticas migratorias es instrumentalizada para los intereses hegemónicos del
norte global.
Y por último, se destaca
la idea de que Estados Unidos y se puede incluir a Europa son los principales
productores de crisis migratorias, mediante la construcción de discursos y
políticas que configuran su política exterior con los países emisores de mano
de obra migrante. La mediatización de las migraciones es la expresión más
notable de instrumentalización política y sirve como agente para influir en la
deslegitimación de los sistemas políticos de los países desplazados a la
periferia global.
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