Debemos alertarnos frente al fascismo

Por: Víctor Manuel Ramos*
El fascismo es la violencia pura contra la voluntad de los pueblos, que debe diferenciarse de la resistencia que autorizan a los ciudadanos, la mayoría de las constituciones, cuando una persona o un grupo toman el poder de forma fraudulenta (intervención parlamentaria, intervención judicial) o con el uso de la fuerza. Mediante un "putsch" fascista, Adolfo Hitler, en Múnich, en 1928, se hizo del poder en Alemania. Lo que vino después lo conocemos todos: se ejerció en contra de los pueblos europeos la brutalidad más inimaginable que condujo a la Segunda Guerra Mundial con un saldo sorprendente de destrucción y, sobre todo, de millones de fallecidos en el combate o por los bombardeos indiscriminados y la falta de alimentos. Estuve en una ocasión en Buchenwald, en Alemania, un campo de concentración en donde un guía nos relató las atrocidades cometidas por los nazistas hitlerianos.
Es realmente
preocupante el avance de las ideas fascistas en el mundo, sobre todo porque
cuando la ONU fue creada, luego de la II Conflagración Mundial, los pueblos
consideraron al fascismo como una doctrina totalmente inaceptable para la
humanidad y de alguna manera decretó la prohibición del elogio de Hitler y sus
ideas y, por supuesto, del reavivamiento del nazismo como doctrina de Estado.
Esto es más cierto en Europa, pues fueron esos pueblos las principales víctimas
de la barbarie. En España se ha tratado de borrar todo recuerdo franquista, a
pesar de todo no deja de sorprender el libre funcionamiento de Vox, un partido
típicamente fascista. También es preocupante ver hordas fascistas en Francia,
en Alemania y en otros países de la UE que, incluso, avanzan electoralmente.
Han andado por estos lares americanos los fascistas de Vox tratando de
organizar las fuerzas proclives a su doctrina para la reconquista del poder en
nuestro continente perdido libremente en las urnas. Así se aparecieron en
México reunidos con las fuerzas oscuras de ese país.
Justo antes de
las elecciones en Honduras, vino un as del fascismo colombiano a querer influir
en la voluntad de los hondureños y a intentar aterrorizar a los compatriotas
mediante el monstruo del comunismo. Es realmente preocupante lo que está
pasando en América, situación de la que no se liberan ni los mismos Estados
Unidos, donde hubo un intento fascista de tomar el poder mediante el asalto al
Capitolio y el desconocimiento de los resultados electorales.
Lo ocurrido el
recién domingo pasado en Brasilia, un remedo bolsonarista de la estrategia de Trump,
es preocupante. Tales acciones solamente conducirán a la desestabilización de
la democracia en América y su sustitución por regímenes de fuerza, represivos y
ajenos a las aspiraciones populares. Los ejemplos más connotados son el
derrocamiento de Jacobo Árbenz en Guatemala -por cierto con la complicidad de
un gobierno ilegítimo en Honduras-, el derrocamiento de Allende y la
implantación de una dictadura feroz y asesina, el golpe de Estado contra Dilma
Rousseff en Brasil, el golpe en contra de Evo y su inhabilitación, el
encarcelamiento de Lula, la represión policial sanguinaria en Colombia y en
Chile antes de las elecciones en que los violentos fueron derrotados, los
intentos de desestabilizar el gobierno de López Obrador.
Pero no solo se
trata de ver en la lejanía. Honduras no está ajena a este resurgimiento de la
violencia fascista que se implantó tras el golpe de Estado de 2009, violencia
que desembocó en un narcogobierno que intentó perpetuarse mediante la represión
y las artimañas inimaginables. En ese tiempo de dictadura pude ver al hijo de
uno de los líderes del gobierno de JOH con un brazalete con una suástica. La dirigencia
del gobierno de JOH, ligada a todas las ilegalidades, atropellos y actos de
corrupción, se han envalentonado en contra del régimen actual surgido por
decisión mayoritaria del pueblo en las elecciones para gobernarnos durante
cuatro años. Estos señores, temerosos de ser objeto de la justicia apelan a un
nuevo golpe, quizá no a la manera criminal como corrió en 2009, pero si
mediante la siembra de la duda y la mentira con el fin de alimentar un
descontento innecesario que solo nos conduciría a la reimplantación en el poder
de quienes aún esperan para rendir cuentas en los tribunales.
López Obrador,
Petro, los dos Fernández (Fernando y Cristina), Boric y Xiomara saben
perfectamente que tienen frente a sus gobiernos, poderosos grupos
desestabilizadores que podrían echar por la borda a la democracia y reinaugurar
un fascismo pinochetista bolsonarista que representaría la peor desgracia para
nuestras gentes. Por suerte los pueblos, de alguna manera, han despertado y
cualquier cambio mediante la fuerza bruta o el engaño parlamentario y judicial
solo traerá la unidad de los pueblos y la consiguiente derrota de quieres
piensan revivir la horrenda experiencia hitleriana.
ByVíctor Ramos, publicado originalmente en LaPrensa.
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