VIENTOS DE RENOVACIÓN
*Víctor Manuel Ramos*
Vientos de renovación soplan en Honduras. El pueblo
por fin ha logrado el retorno a los regímenes respaldados por la voluntad
popular y el respeto a la Constitución y sus leyes. Xiomara ha tomado posesión
de la Presidencia de la República con el respaldo de las grandes mayorías de
hondureños que salieron a las calles a repudiar el criminal golpe de Estado de 2009 y que soportaron la represión brutal y cobarde a que fue sometida la
Resistencia en las calles por los militares y la policía traidora sometida a los
designios de los gobernantes usurpadores.
Tiene muchas esperanzas el pueblo, pero como lo he
dicho no todo será posible porque las cuentas nacionales, por el saqueo y por
la condición de Honduras como país pobre, no alcanzan para todo. Pero la
presidente debe establecer prioridades que, pienso, ya asumió en su mensaje de
investidura.
Personalmente quiero expresar, en esta Estafeta, mi
alegría y júbilo por la derrota de la narcodictadura y creo que todos los
hondureños de buena fe conjuntaremos nuestras voluntades para hacer del plan de
gobierno de Doña Xiomara una realidad en la mayoría de sus planteamientos.
Aplaudo el discurso de inauguración de su mandato,
señora Presidenta. Ahí Ud. ha puesto los puntos sobre las íes: hacer justicia
con aquellos que violentaron la Constitución mediante el golpe de Estado y el
irrespeto a la Constitución mediante la reelección y otros actos que pusieron a
la Ley fundamental en segundo plano, perseguir y encarcelar o extraditar a los
narcotraficantes.
Comparto con Ud. que no podemos echar al olvido los
nombre de los hondureños y hondureñas que entregaron sus vidas para que ese
momento trascendental en que recibió el mando del país fuera una realidad. Sus
nombres deben ser escritos en bronce y estar públicamente exhibidos en un
Parque Memorial monumental.
Claro que hay que regresar a las aulas ya y
asegurarles a los niños la continuidad de su formación, de su seguridad en
salud y de su merienda. La salud como otra prioridad.
También saludo su iniciativa de iniciar la aprobación
e instalación de una Comisión internacional que investigue los casos de
corrupción, que caracterizaron a la narcodictadura, para hacer justicia y
recuperar lo que le han robado al pueblo hondureño.
La derogación de las leyes antipatrióticas y
tolerantes de la corrupción y la transgresión de las leyes debe ser tarea
inmediata y si en el Congreso no se logra la mayoría necesaria convocar al
pueblo para que se exprese en las urnas mediante un plebiscito que debe incluir
la autorización para convocar a la Asamblea Nacional Constituyente, como clama
el pueblo.
Urge el apoyo al campo, un salario mínimo decente,
la lucha por proveer de agua potable a todos los hondureños, asegurar empleo
para solicitar a los migrantes para que regresen a la Patria.
La seguridad no debe ser evadida. No pude la
Presidenta actuar con la actual policía y el actual ejército que han reprimido
al pueblo. Debe valorarse la eliminación de las Fuerzas Armadas para utilizar
esos fondos en los programas sociales y pactar con los Estados Centroamericanos
un Tratado de Paz y no Agresión y hacer de la policía, tal como lo prometió,
doña Xiomara, un cuerpo amigo del pueblo pero también feroz enemigo de los
delincuentes. Los cuarteles deben ser convertidos en Escuelas o Universidades.
Nuevos vientos de renovación soplan en Honduras. El
pueblo, por fin, respira esperanzas que saber a convertirse en realidades. Todo
dependerá de la decisión del gobernante y de la vocación del pueblo de hacer
efectiva la soberanía que le pertenece por naturaleza.
Por último, no puedo concluir sin valorar el papel trascendental desempeñado por el líder de LIBRE, el Presidente Manuel Zelaya Rosales, cuya valentía y determinación contribuyó grandemente, con el respaldo de las masas al fin de la tiranía.
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