Análisis preelectoral de la simpatía política en Nicaragua
Por Carlos Robles Martínez
Nicaragua se encuentra a 05 días de
celebrar los comicios electorales generales que tendrán lugar el 7 de noviembre,
bajo el marco democrático y constitucional establecidos en los art. 2, 5, 7 de
la Constitución Política y el art. 3 de la ley electoral. Así pues, para estos
comicios el padrón electoral oficial es de 4, 478,334[1] de
nicaragüenses convocados a votar. Se prevé una participación electoral del 70
al 78% de la población, este porcentaje contrasta con que más del 80% la
población considera importante las elecciones y su voto en la elección.
En estos comicios participaran los
partidos: Camino Cristiano Nicaragüense (CCN) casilla 3, YATAMA casilla 8,
Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) casilla 9, Partido Liberal Constitucionalista
(PLC) casilla 1, Partido Liberal Independiente (PLI) casilla 13, Alianza por la
republica (APRE) 10 y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)
casilla 2 en Alianza con los partidos (PLN, PUC, AC, PRN, PIN, MYATAMARAN, PAL
y el Moskitia PAWANKA).
Esta participación de siete partidos
establece que existe un sistema de partidos políticos multipartidista[2],
debido a que existe un concurso entre diversos partidos políticos por obtener
el poder, ejemplo de ello fue la relevancia en las últimas dos décadas del ALN,
PLI, PLC (desde el 1996) y el FSLN (desde 1984) siendo estos quienes se han
disputado el poder político y ser la segunda fuerza. Contradiciendo la
concepción de que Nicaragua sigue en un sistema bipartidista como el
líbero-conservador.
Tampoco es cierto que Nicaragua está en un
sistema partidario predominante, esto debido a que para ser catalogado como tal
necesita estar por más tiempo en el poder sin tener especulación alguna de su
victoria, este factor no se cumplió en el 2006 porque la diferencia entre los
dos partidos más votados fue de 9% aproximadamente, es decir que solo en dos
comicios electorales el partido actual de gobierno ganó con amplia diferencia.
Sin embargo, de acuerdo a las tendencias
electorales y las encuestas el FSLN se encamina a convertirse en un partido hegemónico
esto debido al amplio margen entre este partido y sus competidores en las
ultimas elecciones, bien sea por merecimientos propios o por falta de una buena
oposición política que pueda contrarrestar este avance.
De acuerdo a las cifras arrojadas por la encuestadora
de M&R consultores a través de sus diversas olas, indica que los y las nicaragüenses
presentan una tendencia electoral positiva al partido de Gobierno FSLN con una
media de simpatía político partidaria de 52.93% por parte de los electores. Además, cuenta con un voto solido de 45.74%, en
cuanto al voto suave el Frente tiene promedio en las 9 olas de 11.62%, como techo
máximo el FSLN tiene un 67.21% de los votos, mientras que el piso promediado
entre las 9 encuestas es del 45.74% de los votos.
Es importante remarcar que durante los 16
años neoliberales en las cuatro derrotas electorales de los años 1990, 1996,
2000 y 2001, el voto recibido por el FSLN fue de 40.82%, 37.83%, 40.37% y
42.28% , es decir que el frente sandinista históricamente entra a las
elecciones con un piso electoral bastante alto, cifras que contrasta totalmente
con los 45.74% de voto solido, reflejado en las encuestas de M&R, esto pone
en relieve ese factor organizacional. Permanecer 16 años en oposición y
mantener un promedio de votos del 40.32% de los votos nos habla de la solidez
organizacional, Espejel Espinoza (2013) señala que “una institucionalidad
partidaria leve produce incapacidad en desarrollar políticas convincentes para
influir en los votantes”.
El FSLN cuenta con una aprobación
ciudadana del 70.6% por su trabajo realizado, con un 40.4% de confianza, un 84%
de credibilidad y un 94.4% de legitimidad, esto se explica en base a los
planes, programas y proyectos implementados por el gobierno en los últimos años
que han beneficiado a la población en todos los sectores del país, esto permite
al electorado poder hacer una análisis retrospectivo, es decir evaluar las
acciones del gobierno y la oposición, en este análisis retrospectivo el 75.9% de
los electores consideran que el país ha progresado y el 62.3% considera que
existe mayor seguridad ciudadana en relación a los últimos 14 años, sumado a
esto el 76.2% de los nicaragüenses creen que el gobierno trabaja por los
intereses de la población en general.
Por ejemplo, la cobertura eléctrica, el
acceso a la salud gratuita y de calidad con la construcción de hospitales,
centros salud y clínicas móviles que llegan hasta las comunidades, un
crecimiento económico anual en el PIB, un desarrollo humano que ha
potencializado mediante el emprendimiento con el programa de Economía Creativa potencializando
las habilidades de los y las nicaragüenses.
Este ultimo factor referente a la economía
es otra variable importante en la percepción del voto de los electores (voto económico),
en este rubro el país ha incrementado el PIB desde el 2010 de 4.5 a 6.5 anualmente,
hasta la crisis sociopolítica de 2018 que afecto duramente la economía nacional
haciendo caer al PIB un 4% y un 3.9% en 2019.
Sin embargo, se recuperó en 2020 y en este
año se prevé otro crecimiento del PIB, otorgando estabilidad económica en la
nación, esto entre en juego con la orientación del voto sociotrópico, que se
trata de la evaluación del individuo sobre la economía en la sociedad, es decir
el rumbo al que se dirige el país, sobre este aspecto el 67.8% de los electores
consideran que el gobierno dirige en rumbo correcto a la nación.
De acuerdo a las encuestas de M&R los
nicaragüenses en las áreas de: triunfo en la vida, calidad de vida propia y de
sus hijos, salud, educación, empleo y vivienda propia, las y los nicaragüenses
piensan que les ira mejor con un gobierno del FSLN con un porcentaje medio del 63%,
este numero se debe a que los ciudadanos tienen confianza en partido de
gobierno tanto por la apreciación de haber cumplido con un buen mandato, como también
por un análisis prospectivo basados en el Plan nacional de lucha contra la pobreza
2022-2026, que es el plan de gobierno presentado hacia los votantes, este plan crea
una confianza en los votantes de que existe un plan estratégico para cumplir
con las promesas de campaña y que estas no se quedan en lo discursivo.
Este aspecto es unas mayores debilidades
de la oposición debido a que no presentan un plan de gobierno para la
población, lo que resta credibilidad en los votantes, hasta el momento solo el
FSLN y el PLC son los únicos partidos que han presentado un plan de gobierno.
Ahora bien, en cuanto a los partidos de
oposición agrupados entre sí, muestran tener una simpatía partidaria dispersa
entre los distintos partidos y las agrupaciones surgidas en el contexto del
2018, la oposición ha venido descendiendo desde el año 2020 de 9.8% hasta
llegar a su número más bajo de 3.3%, sin embargo, repuntando en los meses de
julio y agosto hasta a un 7.7 y 7.5% respectivamente. El partido político que
más aceptación tenia era CxL con el 2.9% (sin embargo, por imperio de la ley en
base a la ley electoral capitulo III sobre la cancelación y suspensión de la
personalidad jurídica, fue cancelado), seguido por el PLC con el 2.55%, el PLI
con 0.4%, el ALN con 0.4%, el APRE con el 0.4% y otros con el 1.3%.
Es más que evidente que existe una amplia brecha
entre oposición y partido de gobierno, quienes no representan una posibilidad
real de acceso al poder solo con sus bases y militantes, incluso con el voto
suave y probable la oposición junta tiene como techo promedio de 26.8%, el
techo máximo de la oposición en el 2020 fue de 31.4, a partir de ese año hasta
la actualidad el techo de la oposición se ha reducido gradualmente hasta llegar
a un 20.5%.
La explicación a este perdida de electores
de acuerdo a las encuestas se debe a diversas razones, sin embargo una de las
principales causas radica en la poca inteligencia política en el actuar de los
partidos de oposición y movimientos políticos, quienes en vez de aprovechar un
contexto político-social convulso generado a partir del 2018 para recuperar terreno
en el basto electorado independiente, se dedicaron a una pugna partidaria
disfrazada de un intento de unidad en diversos bloques como la Coalición
Nacional o la plataforma de corte libero-conservador UNIR, posteriormente el
intento de unión con la alianza ciudadana del partido Restauración Democrática.
De acuerdo a M&R el 74.7% de las
personas catalogan como malo el trabajo que realiza la oposición en general, la
impopularidad ante el electorado por parte de estos partidos se ha venido
incrementando gradualmente de 53% hasta llegar a la cifra actual, en contraste el
15% de las personas clasifican como bueno el accionar de la oposición. Este
comportamiento de la oposición impacto en un electorado que observaba
confusamente los enfrentamientos entre cada partido y movimiento político, toda
esta atmosfera turbia generaba una inseguridad racional, debido a que, si en lo
organizacional de un partido no pueden entenderse, sería más complejo a nivel
gubernamental.
A como bien lo explica Luhmann (como se
citó en Lomelí L, 2001) “la desconfianza hacia la política, los políticos y los
partidos políticos infieren en el voto” de manera tal que “la acción de votar
implica una confianza implícita en el sistema político y una confianza explicita
en el partido político por el que se vota”.
En relación con factores que considera
importante la población como: éxito personal, calidad de vida, empleo, salud,
educación, seguridad ciudadana y acceso a tener una vivienda propia, la
oposición esta mal calificada por la población, quienes a duras penas alcanzan un
14% como máximo. No obstante, el 15.5% de las personas piensan que a Nicaragua
le iría mejor con un gobierno de oposición y el 16.3% piensan que para que el
país avance debe haber un gobierno de oposición.
Otro punto en contra de los partidos de
oposición es el papel que han tomado en los últimos años de ser partidos
electoreros, es decir que su ausencia se mantiene durante casi todos los años y
solo vuelven a figurar en la vida pública
hasta que llega el año electoral, uno de los más grandes errores que
puede cometer un partido político es abandonar el marketing político y pasar a
solo un marketing electoral, esto repercute aún más con una sociedad como la
nicaragüense mínimamente interesada en la política. La importancia del
marketing político radica en que es una campaña constante de acercamiento con
el electorado de manera tal que se genere esa confianza de los electores hacia
el partido político.
Los independientes (indecisos) por su
parte representan el sector más importante para las elecciones, por lo general
son quienes deciden al ganador de uno comicios electorales por ser un amplio
sector que dependiendo hacia donde se inclinen pueden cambiar el rumbo pronosticado.
Es por ello que los partidos definen a
este sector como el blanco prioritario en sus campañas electorales, en esta
misma línea Bobino Costa. L recomienda que “no se debe gastar tiempo y recursos
en los seguros (militancia) o en los perdidos (voto imposible), sino más
destinar todo hacia los indecisos”, sin embargo, también hace la aclaración de
que a pesar de enfocarse en los indecisos no se debe descuidar tampoco a tus
bases, por ende, se debe atender al electorado adquirido.
De acuerdo a M&R la tendencia independiente
tuvo su pico más alto en el año 2018 con un 65.8%, esto producto del convulso
periodo sociopolítico de este mismo año y la desconfianza hacia el gobierno y
la oposición por parte del electorado debido a la polarización provocada, los
centros que se inclinaban hacia uno u otro sector se tornaron en solidos, si
embargo conforme avanzaban los meses y se volvía a una estabilidad política-social
la tendencia independiente fue disminuyendo a la par de que el FSLN subía su
simpatía política y la oposición se mantenía cuasi estática.
De acuerdo a M&R los independientes
representan el 37.3% de la población, de los cuales el 6.1% de los 37.3 (12.8%)
son independientes solidos y el 31.2% de los 37.3 (87.2%) de ellos tiende hacia
una fuerza u otra dividas en: Oposición 15% y FSLN 16.2%. Sin embargo, a pesar
de esa inclinación hacia un partido u otro no indica certeza alguna a que voten
de manera tal en las elecciones, por eso son indecisos y blanco principal de
los partidos. Otra cifra importante es que el 23.4% de los electores no esta seguro
de con que gobierno le ira mejor a Nicaragua, el 9.5% de los votantes
consideran que con ninguna de las formulas de gobierno le ira mejor al país.
La relación en el mercado electoral promedia
se ha mantenido: de cada 10 para el FSLN 6, para la oposición 2 y para los
independientes 2. Es decir que aproximadamente el 20% de los votantes no
respaldan, ni ven un mejor futuro en la oposición y el gobierno. Esto nos
indica lo volátil que son los independientes y el papel decisivo que desempeñan
en la configuración del poder en las elecciones. Es por ello que tanto
oposición como gobierno deben aprovechar los últimos días que quedan para los
comicios en convencer a este sector que por lo general no se interesan en la política.
El FSLN tiene herramientas para poder
influenciar a los votantes indecisos a su favor como por ejemplo: las alianzas
con partidos nacionales y regionales que ofrecen un alcanza mayor hacia
diferente sectores sociales(voto de clase social), además del cumplimiento del
PNDH y los ejes de desarrollo que implementaron en el gobierno (voto
retrospectivo), el Plan Nacional de lucha contra la pobreza a desarrollar en el
2022-2026, es decir un plan de gobierno (voto prospectivo), sumado con las
alianzas empresariales con el sector MIPYMES (voto económico-sociotropico) y
por ultimo las estructuras organizacionales (voto militante, la solidez
institucional da confianza).
Por su parte la oposición, aunque dividida
y dispersa tiene de su lado el factor religioso con el apoyo de la iglesia
católica, el cual si bien es cierto a disminuido el numero de católicos en el
país, sigue siendo un grupo fuerte (voto de clase social), además cuentan con
un respaldo medio del capital económico del país como el COSEP y parte de la
Banca nacional (voto económico y egotropico). Sin embargo, si quieren obtener
el voto de los indecisos necesitan elaborar un verdadero plan de gobierno que
responda a las necesidades de la población para que pueda existir una
influencia en el voto de tipo prospectivo.
Estos datos ofrecidos por M&R nos dan
una amplia vista del panorama electoral que se avecina, el cual
estadísticamente avizora una amplia victoria en las urnas del partido de
gobierno siguiendo en la tónica y tendencia de los últimos comicios electorales
generales y municipales, sin embargo el numero de electores indecisos en caso
que se inclinen a la oposición podría hacer que la oposición recupere espacios
políticos perdidos y escaños en la Asamblea Nacional, debilitando el poder
político del FSLN y su mayoría legislativa.
Sin embargo, los datos más importantes
arrojados por la encuestadora es que, más del 90% de los nicaragüenses señalan
categóricamente que bajo ninguna circunstancia se debe poner en peligro la paz
y estabilidad económica y social del país. Después de ser sometidos a una
guerra civil y la ultima envestida de odio del 2018, los nicaragüenses quieren
vivir en paz, ergo, ratifican que solo con estos dos ítems puede existir desarrollo.
Bibliografía:
Encuestas realizadas por M&R
consultores, desde la primera hasta la novena ola. Recuperada de: https://www.myrconsultores.com/
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