Coyuntura Política y elecciones en Honduras

 *G.E*


En septiembre, la campaña política ha iniciado oficialmente, aunque, extraoficialmente, este gobierno ha estado en campaña desde que tomó el poder. Los programas de “compensación social” han servido como un mercado de conciencias, donde el que tiene la cartera más grande es quien se lleva la mayor tajada del pastel. Pese a las condiciones objetivas de incremento de la pobreza -por los impactos socioeconómicos de la pandemia y los huracanes del año pasado- y al desgaste político del actual gobierno, no se ve claramente una alternativa que aglutine los descontentos con suficiente fuerza para oponerse al modelo que representa el gobierno actual.   

En la actualidad confluyen una serie de factores que definen la coyuntura y tendrán una influencia determinante, no sólo para el resultado de las elecciones, sino, al menos, para la próxima década. Estos factores interactúan y se influencian mutuamente provocando potenciales vías y eventuales tendencias sociales que pueden modificar el panorama político y social, agudizando las tensiones y provocando resultados, que pueden ser inesperados. Las ciencias sociales son inexactas, sin embargo, el análisis de los hechos e indicadores pueden ayudar a entender y prever en alguna medida los sucesos potenciales futuros.

La población hondureña ha estado expuesta históricamente y con más énfasis, desde la década de los ochenta, a un programa de control ideológico masivo que se ha profundizado desde el golpe de estado. Este programa combina trabajo intensivo de los grandes medios de comunicación (noticieros, telenovelas, futbol, propaganda política) con religión, especialmente el adoctrinamiento evangélico neo pentecostal, vinculado con las iglesias del sur de Estados Unidos, con un enorme presupuesto que incluye financiamiento para construcción de iglesias en todo el país, compra de medios de comunicación (TV, radios, espacios en redes sociales), equipamiento de ultima generación para el tele-evangelio. Desde los púlpitos se hace propaganda conservadora a ultranza todos los días.

El aparato estatal centralizado en la figura ejecutiva ejerce la violencia como mecanismo de control mediante la difusión del miedo. La brutal dinámica de la desaparición forzada ha vuelto a ser un recurso en ese arsenal. Hay, al menos, ocho casos vinculados a esta práctica criminal desde el poder. El miedo se difunde principalmente para desmovilizar a la oposición y desarticular cualquier propuesta que se confronte con la política oficial.

Elementos que caracterizan y definen el proceso electoral en marcha

Aspectos generales

1.      La falta de un proyecto unitario de la oposición, particularmente de los partidos Libre, Liberal y PSH será determinante para el resultado de la elección. Ninguno de ellos, por sí solo, tiene posibilidad de derrotar al partido oficial que cuenta con el aparato estatal como principal ventaja para sostenerse en el poder y el apoyo norteamericano, pese a todo lo que se ha publicado y especula. Ni Libre, ni Nasrallah están dispuestos a ceder la posición principal en la contienda.  Dos de ellos no son suficientes para enfrentar la maquinaria electoral oficial. 

2.      La alianza publicitada entre PSH, PINU y Libre es positiva, como alternativa a la continuidad del proyecto oficialista y de sus políticas. Sin embargo, esta alianza se ve bastante frágil. Asegura posiciones clave en un potencial gobierno de la oposición. El modelo actual asigna buena parte del poder al Congreso Nacional. En un eventual triunfo de Xiomara Castro, Nasrallah tendrá el control de la elección de la nueva CSJ, del MP, el juicio político, plebiscito, etc. Esta en realidad sería la motivación de fondo del PSH.   

 

3.      El control del estado por el partido oficial significa de forma concreta acceso a financiamiento, logística, control mediático, monopolio del ejercicio de la violencia, y, dado el caso, el control de los mecanismos electorales, jurídicos y de fuerza necesarios para operar un nuevo fraude. Ningún partido de oposición, tiene estas capacidades.

4.      Las elecciones se harán sin las necesarias reformas electorales, entre otras, el control del financiamiento de campaña, la segunda vuelta, el control ciudadano de las mesas, el voto electrónico, la despolitización del RNP y el TSE, el acceso equitativo a los medios de comunicación, la elección de diputados por cociente electoral, entre otras.    

5.      El contexto geopolítico global y regional incide en la contienda. La estrategia norteamericana contra Cuba, Venezuela y Nicaragua incluye el control de los países de la región y el papel que se les asigna en esta estrategia. Por esto, no pueden permitir un ganador que sea independiente y, aún menos, que se acerque a estos países para fortalecer el bloque contrahegemónico. Apoyan a sus favoritos (JOH, Nasrallah y hasta Rosental, en ese orden) y harán lo necesario para evitar que Libre llegue al poder. El programa de gobierno publicado por Libre, fortalecerá ese curso de acción.

6.      Con respecto a los factores migración, corrupción y narcotráfico, hechos públicos masivamente, los norteamericanos continúan apoyando al gobierno nacionalista porque les sigue siendo útil. En caso necesario, legitimarán un fraude, sí eso significa evitar que Libre acceda al poder y, con eso, perder parte del masivo control que ahora ejercen.

7.      En esta misma línea, no es cierto que la mayoría de fondos de cooperación estén siendo canalizados por las ONG. Si se toma en cuenta los montos, no hay forma de comparación. Al igual que en 2013 y probablemente en 2017, grandes proyectos fueron financiados desde los organismos bilaterales (BM, FIDA, BID, BCIE) al estado, justo en la antesala de las elecciones, con fondos frescos y multimillonarios. Estos recursos a disposición del oficialismo, representan mucho dinero que se utiliza para mantener el control y se justifican fácilmente por los mecanismos de la corrupción, incluidos, la falta de persecución penal y la complicidad internacional, entre otros.

8.      Los programas de ayudas sociales” mediante programas millonarios como Semprende, Comrural, SEDIS, entre otros, distribuyen y cooptan una enorme masa de población empobrecida, muy susceptible de comprometerse por “ayudas" y promesas de apoyo futuro. 

9.      El factor corrupción afecta todo el proceso electoral desde el más alto nivel, hasta el más bajo. El dinero compra conciencias de todos los partidos a todo nivel. Desde la compra de votos, hasta la compra de magistrados para asegurar el triunfo. Nadie puede competir con el oficialismo en esta área.

10.  La sociedad hondureña sigue siendo esencialmente conservadora. A estas alturas del siglo, una parte importante de la población sigue siendo susceptible a los discursos ideológicos sobre el fantasma del comunismo, socialismo y la izquierda, que muy bien manipulados y difundidos masivamente, calan fuerte en el imaginario colectivo. Esto siempre tendrá un peso muy fuerte. El voto individual pierde importancia ante la manipulación mediática masiva.

11.  La clase política tradicional hondureña se ha construido a lo largo de los años, durante generaciones de servidores de las élites económicas y, en esta práctica centenaria, su participación en la administración pública se considera como un derecho hereditario al usufructo de los bienes públicos. Estos tradicionales servidores, han mutado ahora, reclamando ser parte de las elites a quienes sirvieron por décadas. No conciben de ninguna manera ser desplazados del manejo de la institucionalidad pública.

12.  El control discrecional del aparato de seguridad e inteligencia por parte del ejecutivo, brinda un amplio abanico de opciones para el control de la oposición y la sociedad a todo nivel. En esa perspectiva, el oficialismo dispone de información privilegiada que le permite cooptar y controlar cuadros clave ubicados en todos los partidos, las organizaciones populares y la sociedad en general.

13.  La mayoría de los votantes en Honduras, seguirán votando con el estómago y no con la cabeza. Por eso la disponibilidad de recursos para paliar las necesidades más inmediatas siguen siendo determinantes en la vida y la política nacional.

 

     Sobre los partidos en contienda

  

14.  El partido oficial, pese a algunas diferencias, mantiene la unidad. El fuerte liderazgo de JOH es uno de los factores aglutinantes. El otro es el temor de la cúpula a ser víctimas de la justicia si pierden el poder. Una parte importante de estos se han constituido en cartel criminal y por eso están dispuestos a hacer, lo que tengan que hacer para mantenerse en el poder, porque no tienen salida. En las últimas semanas se nota un escalamiento de la violencia para desestimular la participación y atemorizar, desde ahora, a potenciales protestantes en caso de fraude.

15.  La estructura partidaria del nacionalismo es fuerte y disciplinada. Obedece al mando único y responde con rapidez a su convocatoria. Aunque se critique a los activistas de base por recibir Lps.50, hay un sector importante de gente pobre convencida de sus convicciones de derecha.  

16.  El Partido Nacional ha formado cuadros en distintos lugares desde, al menos una década. Desde el PAN de México, pasando por los partidos alemanes, hasta Harvard, al más alto nivel, para mantener opciones en el largo plazo que ha sido su opción estratégica. Hay, en perspectiva, relevos potenciales para lavarle la cara al oficialismo en el momento que lo decidan. 

17.  El proyecto ZEDE ha roto algunos vínculos políticos del oficialismo a nivel municipal. Algunas de las declaratorias de municipios libres de ZEDES son un síntoma de malestar de elites locales, por no haber sido informadas, pero aún más, por no ser tomadas en cuenta en la repartición del botín y no tanto de su posición soberana y menos, digna.  Sin embargo, este proyecto tiene un costo político en términos electorales para el oficialismo.

18.  El manejo de la pandemia puede ser clave, como recurso, en caso que se requiera ganar votos o tiempo para el oficialismo.  Todo dependerá del contexto. Los flujos de información al gobernante son la herramienta central en el análisis para decidir en tiempo real los cambios de estrategia y adecuación para responder a la coyuntura.

19.  Hay un importante factor de triunfalismo entre la dirigencia de Libre en los más altos niveles y entre sus mandos medios. No hay una lectura detallada de los factores internos y externos que influyen en la contienda, lo que incide en esta perspectiva. Dar por sentado un triunfo les pone en una situación precaria frente a las maniobras y recursos del oficialismo.

20.  Al igual que otros partidos, Libre tiene un voto duro y simpatías variables. La suma de ambos no es suficiente para derrotar al oficialismo. El triunfalismo y la experiencia pasada pesa en su decisión de no ceder posiciones en caso de alianzas, lo que las impide. El objetivo estratégico de sacar al oficialismo se pierde en esta decisión.

21.  El Plan de Gobierno publicado por Libre puede ser una importante arma en manos del oficialismo para implementar una campaña mediática demoledora en su contra. Elementos de ese plan constituyen bases para estructurar una amplia red de “poderosos enemigos jurados” en su contra.  

22.  El acuerdo de Libre con el gobierno nacionalista -parte de su estrategia de ir copando posiciones de poder- tendrá un costo político en las elecciones. La práctica generalizada de sus representantes electos y funcionarios públicos de alto y medio rango de alejarse de las bases, también.   

23.  Libre se plantea a sí mismo ser un partido nuevo. Sin embargo, lo hace desde el viejo esquema electorero. No existe hasta ahora una definición clara de militancia, vida orgánica, estructura territorial, disciplina partidaria, escuela de cuadros, entre otros. Esto limita su acción táctica y su propuesta estratégica. No hay una construcción y propuesta política estratégica y su visión táctica carece de análisis y responde improvisadamente a las necesidades de la campaña electoral.

24.  El PSH no es un partido. Es una persona sin experiencia con vinculación profunda con el más poderoso consorcio mediático del país, un grupo de poder en sí mismo. PSH no tiene ni estructura, ni propuesta, pero cuenta con el respaldo político y financiero de los norteamericanos y del grupo de poder que representa. Es un contendiente al estilo de las coaliciones electorales en Guatemala: para cada elección se forman nuevas y, algunas, incluso las ganan. Los partidos tradicionales desaparecieron ahí, no así, su práctica política y ejercicio del poder en favor de las élites que siguen siendo el poder real.   

25.  El partido Liberal sigue teniendo una cuota de poder importante, pero menor en la confrontación electoral, donde Libre y el partido nacional, son los grandes contendores. De alguna manera, Liberales y PSH en distintos niveles pueden ser el fiel de la balanza.  

26.  La factura del golpe de estado, seguirá pasando la cuenta a los liberales, pero también el cogobierno con los nacionalistas. El hecho de tener un candidato enjuiciado y condenado por su vinculación al narcotráfico cierra su opción real de alcanzar el poder, aunque abre, de forma limitada, su posibilidad de alianzas. PSH difícilmente se aliará con ellos por el peso del pasado de su candidato y el discurso del candidato Nasrallah enfocado en el combate a la corrupción y el crimen.

27.  Los otros 10 partidos que participan en las elecciones solo servirán, en el momento preciso, para legitimar un fraude. Muchos de ellos financiados por el partido oficial, sin opción alguna para obtener votos reales. Se quedaron sin dos de sus negocios favoritos: la deuda electoral calculada en las pasadas elecciones de forma bastante generosa para ellos y la venta de credenciales en las mesas, donde ya no estarán sus representantes. 

Algunas perspectivas y escenarios

La casi nula posibilidad de alianza entre los tres principales partidos opositores (Libre, PSH, PL) será determinante en el resultado electoral. Solo juntos podrán derrotar al oficialismo, pero esto es bastante improbable, según las actuales posiciones públicas de sus líderes más conspicuos. Tanto Nasrallah, como Xiomara, no cederán su posición electoral bajo sus propios argumentos. Se pierde con estos, el objetivo estratégico de derrotar al oficialismo y sacar a JOH.

La enorme disponibilidad de recursos en manos del oficialismo es un factor de mayor importancia en el proceso electoral. No solo para comprar votos, delegados en mesas, equipos de conteo manual de votos, hasta magistrados. También para cooptar medios, analistas, influencers, programadores, espacios en redes sociales, bots y un largo etcétera, importantes en la manipulación de las conciencias ciudadanas en todos los espacios disponibles.   

En caso de necesidad, el oficialismo recurrirá al fraude como una herramienta más en su arsenal para asegurar la continuidad en el poder. Si este ocurre, sin dudas, sería legitimado por los órganos estatales competentes y por la comunidad internacional, empezando por EEUU. Si esto ocurre, habrá una crisis sociopolítica explosiva, con amplio ejercicio de la violencia, pero al final, el estado se impondrá.

La postulación de Nasry Asfura es con alta probabilidad una jugada política del oficialismo para mantener el discurso público de que no promueven una dictadura. Pero hay un precedente en el caso del expresidente nacionalista Ricardo Maduro, cuando se inscribió a Luis Cosenza, que fue después su ministro de la presidencia y quien se apartó, una vez se arreglaron las barreras que le impedían correr para la presidencia. Es de público conocimiento el padecimiento grave que tiene Asfura, que sería el elemento justificativo para darle paso a JOH, al que aclamaría el pueblo, al que se debe” para asumir la candidatura, cuando Asfura, por razones de salud, se retire.

Otro escenario probable es que mediante un arreglo político y seudo legal, JOH sale de la presidencia, pero solo con dos posibilidades: 1. Para postularse como magistrado de la nueva Corte Suprema de Justicia. Para esto se requiere una modificación en la ley producto de un arreglo político que es probable y factible. Este modificaría el mecanismo de elección y la duración del mandato de los magistrados de 7 a 30 años con la justificación de la independencia judicial (Se ha mencionado esto públicamente).

De esta manera JOH podría volverse presidente de la CSJ por un largo periodo que le garantizaría protección, poder y tiempo. Bajaría su perfil y siempre tendría un acceso importante al poder y la protección. 2. Salida de JOH a un tercer país, con alta probabilidad de que pueda ser Israel (informes de funcionarios de bajo perfil viajando y los respaldos políticos de Honduras al régimen sionista), Taiwán (apoyo recibido de este país a JOH, hijos de el estudiando allá y ONGs taiwanesas denunciadas públicamente por escándalos de corrupción allá, realizando operaciones en Honduras, en zonas de interés de JOH), finalmente Catar o Dubái (hijo de Tony viviendo allá y paraíso fiscal para disfrutar de un ostentoso retiro con el dinero mal habido). Estos potenciales escenarios dependerán sobremanera de la gravedad de la crisis que se puede desatar ya sea previo, durante o después de las votaciones, particularmente cuando el desgaste del partido oficial y del gobernante, lleve al país a una crisis que ponga en peligro el control del estado por los norteamericanos. Ellos son el factor decisorio en este escenario.

JOH tiene las manos atadas por los norteamericanos. Pero aún les sirve y bien. Por eso se ha abstenido de hacer votos, acciones o declaraciones públicas que favorezcan a Cuba o Nicaragua. En este ultimo caso, no sería nada raro, después de las elecciones en ese país en noviembre, que se reciba una avalancha de migrantes, que ya ahora mismo tiene un flujo importante y la conformación de un potencial grupo armado al estilo de la contra en los años ochenta.  

Todo indica que a Libre le cerrarán todas las posibilidades de ganar la contienda, sólo o en alianzas. El Plan de Gobierno publicado, además de mal escrito, contiene mucha demagogia y también decisiones tomadas sobre temas bastante polémicos que ya están llamando la atención de poderosos enemigos y hasta de países que se han pronunciado sobre temas que les afectan.

Algunos sectores hablan de suspensión de las elecciones por diferentes motivos, particularmente por un pico incontrolado de la pandemia cercano a la fecha electoral, pero tal como se presentan las propuestas opositoras divididas, este recurso no tiene sentido para el partido oficial, al menos, en este momento.  

Por ahora, hay muchos factores que complican e interactúan para modificar las relaciones, las expectativas y escenarios. La realidad es muy cambiante y pueden desencadenarse hechos que hagan cambiar las tendencias y escenarios.


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