Los partidos políticos, la sociedad y el Estado.

*Antonio*


Los partidos políticos son los intermediarios entre la sociedad y el Estado, esto es universalmente aceptado en todas las sociedades, ello significa que tal y como se define en la Ley de Partidos Políticos son: “agrupaciones de ciudadanos nicaragüenses ideológicamente afines, constituidos con el objetivo, entre otros, de optar al Poder Político con la finalidad de realizar un programa que responda a las necesidades del Desarrollo Nacional”[1].

Si los partidos políticos son los intermediarios de la sociedad, entendemos que en esta coexisten diferentes grupos humanos, a los que identificamos como clases sociales y que en ella se definen como hegemónicas y no hegemónicas de acuerdo a la posición que ocupan en la misma.

Entendemos que entre esos grupos diferentes, con intereses igualmente diferentes se desarrolla un conflicto para ubicarse como hegemónicos, que les permita ejecutar su programa de gobierno o que han definido como programa de nación.  Los partidos Políticos son Instituciones de Derecho Público. Entendemos, también, que tienen como fin promover la participación de la población en la vida democrática[2], ejecutando un conjunto de acciones que responda a las necesidades del Desarrollo Nacional.

Definidos de esa manera, reconocemos que los Partidos Políticos participan dentro de los márgenes permitidos por la Constitución Política y las leyes vigentes en la lucha por el poder[3].

Para efectos de este documento debemos reconocer que en Nicaragua existen dos grandes tendencias políticas, una a favor de los segmentos de la sociedad excluidos del desarrollo y de las políticas sociales y otros representantes de los grupos que han mantenido la hegemonía política y económica desde la independencia hasta el 19 de julio de 1979, cuando el FSLN hizo explotar al Estado y sus instituciones para iniciar un camino difícil de transformaciones, con los grupos que habían estado excluidos como segmentos hegemónicos en una sociedad en revolución.

En tal sentido el Estado de Nicaragua, ha formulado y aprobado de manera consensuada, la ley de partidos políticos y una ley electoral, como parte del andamiaje jurídico que regulan la existencia, funcionamiento, y lucha por el poder de las instituciones políticas por obtener el poder en nuestro país, esta, actualmente reconoce la existencia actual de partidos políticos tales como:

1.       El Frente Sandinista de Liberación Nacional.

2.       Partido Liberal Constitucionalista.

3.       Partido Liberal Independiente.

4.       Partido Conservador de Nicaragua.

5.       Alianza Liberal Nicaragüense.

6.       Alianza por la República.

La ley fue creada y ha sido reformada a la medida de los intereses de quienes, en ese momento, desde el poder del Estado gobernaban de acuerdo a sus intereses. Ello ha impido hasta hoy la creación de un amplio acuerdo[4] inclusivo, que permita el crecimiento y desarrollo del país, no importando quien esté en el poder, y la definición y práctica de una cultura política nueva y moderna que respete las normas jurídicas como actuar natural de todos los nicaragüenses.

Todas las propuestas que se han llamado acuerdos Nacionales han sido excluyentes y unilaterales y han provocado reacciones violentas de los sectores que no están insertos dentro de ellas, La sociedad que se ha ido formando en nuestro país es la clásica sociedad formada por sectores verticales que se superponen y en los cuales no tienen representación y presencia los trabajadores pobres y campesinos, éstos no tienen comunicación entre ellas sino una lucha a veces violenta por la defensa de sus intereses o de los que dicen representar, configurando un sistema político sectario excluyente y con una facilidad al uso de la violencia como elemento primordial para ventilar las diferencias entre los diferentes sectores participantes, a lo más que se ha llegado en a la configuración de un remedo de un contrato social nombrado por la población de manera despectiva como “PACTO” que desde las instituciones políticas defiende sus intereses de los políticos usualmente poderosos vinculados al poder y excluye a los débiles que no lo detentan.

Estos remedos de contratos o “pactos” han servido para compartir el poder entre aquellos que han luchado por el mismo y ponen en peligro la permanencia de la institución que lo utiliza como propietaria del mismo.

Este ha sido en la historia del país, un círculo vicioso de violencia y pactos entre los poderosos que administran, de acuerdo a sus intereses nada incluyentes. 

Durante el periodo de 1979 a 1990, conocido como el periodo revolucionario, con el FSLN en el poder, se desarrolló una fuerte lucha  por la hegemonía dentro del gobierno, los grupos que co-gobernaban con la dictadura somocista a base de pactos y componendas se apretaron a mantener y mejorar sus nuevas posiciones con el financiamiento del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, quien organizó, dirigió y financió un ejército primero de los remanentes de la derrotada Guardia Nacional y después de campesinos, unos obligados mediante el secuestro y otros confundidos por el perjuicio de las políticas de la misma revolución, políticas que se tuvieron que implementar por la presión ejercida por la oposición apoyada por los sectores más reaccionarios del gobierno norteamericano[5].

Durante ese periodo[6] la lucha se presentaba como expresión por los esfuerzos de la consolidación del proceso de cambios y los esfuerzos por evitar que dichos cambios se instituyeran, era una lucha que hasta hoy continua, una lucha por conquistar el imaginario colectivo de la población nicaraguense, que se comprendiera para lograr la participación en los esfuerzos por las transformaciones económicas, políticas y sociales como expresión de un cambio de sistema y no solamente un cambio de Somoza en el poder.

Fue una década muy difícil, mientras la revolución implementaba las políticas sociales en beneficios de los sectores afectados por la dictadura, las clases excluidas del poder desde 19 de julio de 1979, se oponían de manera velada y otras veces públicas, unas veces políticas y otras más, de manera económica y militar destruyendo infraestructura o bloqueando los esfuerzos de este empobrecido país que soportaba con estoicismo dicha agresión.

En esta situación y bajo la presión norteamericana el gobierno Sandinista y el ejército mercenario de los Estados Unidos de Norteamérica tuvieron que sentarse a negociar, había llegado una situación en que los Estados Unidos se estaban bajo presión por la ayuda que desarrollaban en Nicaragua y Nicaragua golpeada y empobrecida resistiendo se veía cada vez con mayores dificultades para sostener una posición que le permitiera mantener la hegemonía en la lucha de clases.

Esta negociación concluyó, no sin antes superar innumerables inconvenientes y situaciones negativas de los sectores guerrilleros de la oposición, con una negociación de los sectores enfrentados a muerte, de esa manera se llegó a la PAZ, el 23 de marzo de 1988.


[1] Ley de Partidos Políticos de Nicaragua.

[2] Democracia de acuerdo la definición de consenso entre sus miembros.

[3] Entendido este como la participación en posiciones hegemónicas en el gobierno.

[4] Proyecto de nación.

[5] Cuya cabeza era Ronald Reagan.

[6] 1979 - 1990

Comentarios

Entradas populares de este blog

Perfil de un vende patria

"Mi Padre: Un ser humano de otro mundo"

Humberto, el defensor de delincuentes

La Oligarquía Americana contra Nicaragua y el F.S.L.N