Cinismo criminal sin límites.
*Carlos Fonseca Terán*
Van 31 muertos en Colombia.
Ninguno es policía ni soldado; todos son manifestantes. Ningún civil sale a las
calles a defender al gobierno. ¿Qué significa eso? Que es una rebelión popular
no armada y que las autoridades están masacrando al pueblo. ¿Qué dicen las
grandes empresas de la comunicación? Que la violencia se ha apoderado de las
calles. Si los que llamaran a protestar no fueran los sindicatos y los
indígenas, sino la empresa privada, y si las protestas no fueran en contra de
las políticas neoliberales de un gobierno de derecha, sino pidiendo
“democracia” e intentando derrocar a un gobierno de izquierda, y si las
protestas fueran financiadas y apoyadas políticamente por Estados Unidos y la
Unión Europea, ¿qué dirían las grandes empresas mediáticas? Que el gobierno está
masacrando al pueblo que se manifiesta pacíficamente, aunque en ese caso con
toda seguridad, habría muertos en defensa del gobierno, y habría policías
muertos, o sea que no sería lícito hablar de masacres. Venezuela en diferentes
ocasiones y Nicaragua en 2018 son buenos ejemplos al respecto.
La masacre de la
que es víctima el pueblo colombiano no comenzó con las actuales protestas. Es
una realidad permanente y silenciada por las empresas capitalistas de la
manipulación mediática, que hacen de la información una mercancía y de la
comunicación un arma de la desinformación. Alrededor de 250 ex combatientes de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, militantes del partido
Comunes, han sido asesinados desde que se firmaron los Acuerdos de Paz en 2016,
mientras los medios de desinformación, la OEA, la ONU y la farándula guardan
silencio. Algo parecido ocurrió en la misma Colombia a finales de los años
ochenta y durante los noventa, con otros Acuerdos de Paz, luego de los cuales,
decenas de candidatos y de concejales y diputados de izquierda electos fueron
asesinados, incluyendo dos candidatos presidenciales en dos elecciones seguidas.
Y esa misma derecha proimperialista que finge demencia frente al genocidio del
narcofascismo uribista, acusa a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua de
violar los derechos humanos, a la vez que respalda el bloqueo a Cuba, la guerra
económica contra Venezuela y las agresiones económicas a Nicaragua.
Definitivamente, el cinismo criminal del imperialismo y sus sirvientes no tiene
límites.
*Artículo obtenido de: Carlos Fonseca Terán*
Comentarios
Publicar un comentario