54 años de la Masacre de Somoza al pueblo.

 Carlos Mora



NUNCA OLVIDAREMOS SUS CRIMENES.

El 22 de enero de 1967, la oligarquía Chamorro-Agüerista le jugaba una traición más al pueblo de Nicaragua, era domingo y la falsa oposición había convocado al pueblo a una masiva protesta contra el títere Lorenzo Guerrero y el dictador Somoza, con la ilusión de que parte de los oficiales de la Guardia nacional se rebelaría contra él, decenas de miles de ciudadanos se concentraron en la avenida central de Managua[1] a pocos días de realizar una farsa electoral,[2] Somoza, candidato del Partido Liberal Nacionalista, con el apoyo de la Guardia Nacional y el control y sumisión del Tribunal Supremo Electoral, era el virtual ganador, esa manifestación de obreros y campesinos sirvieron a los intereses de la oligarquía nacional que pretendía hacer ingenuamente, presión  a Somoza para cambiar la historia.

Ese día se había planificado el cierre de campaña de la UNO[3] que exigía llamado a nuevas elecciones supervisadas por la OEA[4]. El FSLN[5], se había separado de dicha alianza y se dedicaba arduamente a preparar las condiciones para crear una base guerrillera[6] y presentar una alternativa al juego electoral de la oligarquía Nicaragüense. Cuando la manifestación fue detenida en su avance hacia la casa presidencial, la Guardia Nacional disparó a mansalva en contra de ellos, Agüero Rocha y Chamorro Cardenal, se refugiaron cobardemente en el Gran Hotel con sus colaboradores, ya en la noche iniciaron las negociaciones con la participación de la embajada norteamericana[7] para garantizar su salida, muchos cuadros del FSLN y opositores conocidos fueron encarcelados, sin embargo, las cabezas de la complicidad no fueron perseguidos permitiéndoles terminar su campaña con la derrota como resultado.

Esa gesta heroica donde el pueblo puso una vez más los muertos en el juego de la oligarquía, el 22 de enero, se demostraba que la vía armada era la única alternativa para liberar a Nicaragua de la dictadura somocista y el FSLN la única organización que podía guiar al pueblo hacia su completa y definitiva liberación.

Cuatro años después, el 28 de marzo de 1971, Agüero pactó con Somoza para ser miembro de la Junta Nacional de Gobierno (JNG) en el periodo del 1 de mayo de 1972 al 1 de diciembre de 1974. De esa forma garantizó al dictador la reelección para su segundo periodo en la presidencia.

La masacre de la Avenida Roosevelt enseñaba muchas cosas. Las masas movilizadas ese día llegaron con una disposición combativa: soñaban con sacar a Somoza y estaban dispuestas a arriesgar sus vidas por ello. El Dr. Agüero y la dirigencia de la UNO no organizaron a las masas suficientes armas ni crearon las condiciones para una verdadera insurrección. El pueblo estaba dispuesto a luchar, pero no tenía en ese momento una dirigencia dispuesta a asumir los costos, los riesgos y los sacrificios para llegar a la victoria.

Once años más tarde, la insurrección de Monimbó y las insurrecciones de 1978 y 1979, que empezaron con un número limitado de guerrilleros, con poca cantidad de armas y en desigual combate, terminaron, en el julio de 79, derrocando a Somoza. Las masas decidieron unirse a la sublevación, porque ahí sí hubo una organización, el FSLN, con sus militantes, cuadros y dirigentes, surgidos del pueblo y dispuestos a combatir hasta las últimas consecuencias.

En cambio, la dirigencia de la UNO, en 1967, no quiso correr muchos riesgos. Dejó que los muertos los pusiera el pueblo. De hecho, si hubieran llegado al poder, habrían editado una versión “somocismo sin Somoza”, caracterizado por el capitalismo oligarca de siempre. Con la bendición de Estados Unidos. Recordemos que el mismo Agüero de cara a las elecciones de 1967, había realizado una gira a los Estados Unidos para garantizarse el apoyo norteamericano, que de hecho nunca se concretó.

 



[1] Vergonzosamente llamada Roosevelt.

[2] El 5 de febrero, con Somoza como candidato y con la complicidad de Fernando Agüero.

[3] Unión Nacional Opositora.

[4] Organización de Estados Americanos.

[5] Frente sandinista de Liberación nacional.

[6] En la zona de Pancasán, Fila Grande y Cerro Colorado 27 de agosto de 1967.

[7] Quien decidía los destinos del país.

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