La Jerarquía al rescate
Pablo Cáceres
Pero esta subordinación a los intereses del capital no es
nueva, al contrario es de vieja data, cuando el movimiento independentista
amenazaba los intereses del imperio español y las posiciones de poder de la
iglesia, sus jerarcas intervinieron a favor de los criollos, quienes elaboraron
un acta con la rapidez que ameritaba la amenaza y los criollos aparecieron
manteniendo su status de la colonia con la presencia de la iglesia católica
como eje ideológico.
Cuando Sandino amenazó los intereses imperialistas
conspiraron contra él al igual que contra el presidente Zelaya, Sandino fue
asesinado y Zelaya expulsado de la presidencia y del país con la ignominiosa
nota Knox, llegaron incluso hasta bendecir de manera pública las armas que
utilizaba la guardia nacional en la lucha contra el padre de esta revolución.
Es de todos conocido, las posiciones contra la revolución
de muchos sacerdotes y obispos durante la guerra de agresión imperialista en
los años 80, recientemente en el año 2018 vimos con mucha tristeza como la
jerarquía católica sustituía a los partidos políticos, organizaba, dirigía a
los grupos de delincuentes que levantaban tranques obstaculizando la libre
circulación, un derecho humano de la población,
se atrevieron a pedir públicamente al presidente Ortega que acuartelara
a la policía para permitir que sus “jóvenes desarmados se intentaran tomar el
país[2],” ese
mismo obispo trabajó intensamente durante un año para unir a los partidos
liberales ante la debacle electoral producto de sus administraciones corruptas
y anti populares.
Tampoco podemos olvidar las acaloradas defensas de los
delincuentes y asesinos, quienes utilizaron con la autorización plena de la
jerarquía de las iglesias[3] y
centros escolares católicos[4]
como base de operaciones, de donde salían a secuestrar y asesinar a la
población indefensa por solo el hecho de declararse Sandinista.[5]
Un obispo narcisista,[6] otro
que se hace cargar como los procónsules romanos sobre los hombres del pueblo imitando
una procesión al estilo católico, un alcohólico[7] y
otro dirigiendo asesinatos desde Monimbó,[8] no
pueden ser fácilmente olvidados por el pueblo humilde de Nicaragua.
Es evidente el descenso que los creyentes católicos han
tenido en virtud de las actuaciones de sus jerarcas que en muchas (casi en
todas) desoyen los llamados de su santidad el papa Francisco.
Últimamente, hemos asistido a la ejecución de un
diabólico plan de acusar a los sectores revolucionarios de la quema de la
imagen de la “Sangre de Cristo” venerada por los feligreses y a las críticas
contra la Alcaldía de Managua por asistir al grupo de fieles que deseaban
cumplir sus promesas ante la imagen diminuta de Santo Domingo. Ese plan
orquestado y orientado desde los salones de la Casa Blanca y el Pentágono lo
ejecutará en Nicaragua los altos jerarcas de la Iglesia Católica, su objetivo
es preparar las condiciones para ejecutar otra situación similar al de abril
del 2018.
Vale la pena preguntarse dónde están los pseudo
dirigentes de los estudiantes madurados al carburo por el obispo Báez, donde
están los campesinos de la señora Ramírez, transportista y comerciante de queso
que aumentó su capital durante esos sucesos.
Los Sandinistas estamos aquí y más fuertes que nunca con tres ejes consolidados, Las capacidades cada vez mayores de nuestro dirigente el Comandante Ortega, Las Fuerzas Armadas más consolidadas un Ejército de Nicaragua y una Policía Nacional fieles a la Constitución y al Pueblo de Nicaragua, y un Partido fuerte unido y consolidado en la lucha diaria con un pueblo que respalda su programa y su visión al futuro.
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