Chile pasa página
* Fabrizio Casari* Peligro evitado. En las elecciones presidenciales chilenas, 15 millones de chilenos tuvieron que elegir entre José A. Kast, el candidato fascista, abiertamente nostálgico del dictador Augusto Pinochet, y Gabriel Boric, el candidato del amplio centro-izquierda. La derecha saliente intentó por todos los medios y hasta el último de allanar el camino a su hijo predilecto, llegando a bloquear el sistema de transporte público para impedir que la gente acudiera a las urnas. Pero no sirvió de nada. Los chilenos fueron a las urnas y el veredicto es indiscutible: aunque se busquen explicaciones en la deserción del electorado de Parisi, diez puntos de distancia entre el fascismo y la democracia miden el termómetro político chileno. La victoria de Boric es, desde luego, importante porque evita la llegada a la Moneda de un fascista, el candidato favorito de los Estados Unidos con quien desde Bolsonaro a Duque, desde Trump a Salvini, es decir, la basura fascistoide de los cuat...