¿Quién es Joe Biden?
Héctor Bernardo
Sus vínculos con el complejo militar-industrial norteamericano y con los
sectores financieros de Wall Street son más que estrechos, pero la necesidad de
conseguir el apoyo del sector más progresista del Partido Demócrata lo llevó a
modificar su discurso para atraer a los votantes que se identificaban con
Bernie Sanders.
Estrechamente
vinculado al complejo militar-industrial norteamericano y a los sectores
financieros de Wall Street, apoyó todas las invasiones norteamericanas del
siglo XXI. Promete impulsar el acceso a la salud de los sectores más
vulnerables y mejorar la situación de los migrantes. Su presidencia podría
recomponer las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, pero continuaría con el
injerencismo en el resto de América Latina.
Todo parece
indicar que Joseph Robinette Biden, conocido como Joe Biden, será el próximo
presidente de los Estados Unidos, aunque es probable que haya que esperar aún
varios días para que ello se confirme oficialmente.
Graduado de
las carreras de Abogacía, Historia y Ciencias Políticas, dedicó casi toda su
vida al ejercicio profesional de la política. Fue uno de los senadores más
jóvenes, al asumir ese cargo con solo treinta años, y sería el presidente de
mayor edad, al llegar a la Casa Blanca con 78 años.
Fue senador
desde 1973 hasta 2009, y desde 2009 hasta 2017 fue vicepresidente del gobierno
de Barack Obama. Aunque el contraste con el republicano Donald Trump lo hace
ver como moderado, Biden representa el ala conservadora del Partido Demócrata.
Tras las
crisis de 2008, jugó un papel clave en el rescate financiero de Wall Street.
Como senador, dio un apoyo fundamental a las invasiones a Irak y Afganistán, y
como vicepresidente tuvo una clara participación en las intervenciones
militares en Libia y Siria.
Sus vínculos
con el complejo militar-industrial norteamericano y con los sectores
financieros de Wall Street son más que estrechos, pero la necesidad de
conseguir el apoyo del sector más progresista del Partido Demócrata lo llevó a
modificar su discurso para atraer a los votantes que se identificaban con
Bernie Sanders.
Biden impulsó
la aplicación de la Ley de violencia contra las mujeres, pero ha sido acusado
por violencia de género y acoso, y una colaboradora que trabajó con él en 1993
(Tara Reade) lo denunció por abuso sexual. El candidato demócrata aseguró que
todas esas acusaciones son falsas y que tenían como fin desprestigiarlo
políticamente.
El actual
líder de los demócratas promete recuperar parte del programa de salud impulsado
por Barack Obama (conocido como «Obamacare», que luego fue dado de baja por
Trump), que le permitió a millones de norteamericanos de escasos recursos
acceder al sistema de salud.
También
propone un cambio rotundo en la política respecto de los migrantes. Cabe
remarcar que durante la Administración de Donald Trump se vieron imágenes
terroríficas de niños separados de sus padres y puestos en jaulas, a lo
que se sumaron las denuncias de que varias mujeres migrantes que estaban
detenidas fueron sometidas a esterilización forzada.
Todos los analistas remarcan
que Biden tuvo un rol fundamental en la política exterior del gobierno de
Barack Obama. Esto no parece un dato muy positivo. Durante esa
Administración (2009-2016), además de las guerras contra Libia y Siria, a
través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Departamento de Estado,
Estados Unidos estuvo vinculado a los golpes de Estado contra Manuel Zelaya en
Honduras (2009), Fernando Lugo en Paraguay (2012), Dilma Rousseff en Brasil
(2016) y el intento de golpe contra Rafael Correa (2010).
Las mayores
expectativas están dadas en la posibilidad de retomar la política exterior que,
en los últimos meses de su gobierno, Obama tuvo respecto a Cuba. Durante el
gobierno de Trump no solo se destruyeron esos avances, sino que se aumentó la
agresión contra la isla.
Respecto de
Venezuela, no se esperan cambios en la política de hostigamiento hacia la
Revolución Bolivariana, ni tampoco que cese el injerencismo hacia el resto de
América Latina.
Tanto Biden
como Trump representan la estructura del poder que se ha impuesto a Estados
Unidos: gobiernos de hombres blancos, de más de setenta años, millonarios,
ultrarreligiosos y convencidos de un destino manifiesto que llevará a Estados
Unidos a regir por la razón o por la fuerza los destinos de la humanidad.
*Texto publicado originalmente en Telesur*
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